Por Lemay
Padrón Oliveros
Sumido en
un letargo de varios años, el deporte cubano parece haber despertado finalmente
de esa pesadilla de resultados por debajo de sus reales posibilidades en los
principales certámenes multidisciplinarios del mundo.
Con
sufrimiento se ganaron los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de
Indias-2006 y los Panamericanos de Río de Janeiro-2007, además de firmar los
peores Juegos Olímpicos en más de 30 años en Beijing-2008.
El nuevo
ciclo mejoró con el triunfo claro en la cita continental de Guadalajara-2011
(no estuvimos en los Centroamericanos), pero la reunión cumbre sería la
decisiva a la hora de sacar conclusiones. Afortunadamente Londres-2012 marcó
una mejoría en cuanto a resultados, y aún cuando todavía no es para estar
satisfechos, por lo menos abre esperanzas para el futuro.
Los cinco
títulos alcanzados en la capital del Reino Unido, dos de ellos en boxeo, son un
evidente signo de recuperación, todavía discreta pero palpable. No todo fue
color de rosa en la justa estival, como ya se escribió en estas mismas páginas,
pero hay razones para el optimismo.
Entrando
en detalles, deporte por deporte, el boxeo fue sin dudas el más sobresaliente,
con claras muestras del viraje anunciado en 2011 y concretado ahora, con el
regreso al centro del podio luego de no pasar de los costados cuatro años
atrás.
La gran
sorpresa de la campaña fue el oro de Leuris
Pupo, y el de Idalis Ortiz cerró otra sequía para el judo, ahora con un
complemento mejor entre ambos sexos.
Otras
disciplinas llamadas a aportar más, como el atletismo
y la lucha, no lograron destacarse lo suficiente, y de eso también hablamos con
anterioridad. Con letras rojas pueden colocarse también al ciclismo, el
taekwondo y el canotaje, merecedores de mayor protagonismo en la temporada.
Por
último, el otro deporte individual digno de ser reseñado es el ajedrez, con un
desempeño aceptable en su evento cumbre: la Olimpiada, y la alegría
de poder mantener a sus dos principales cartas por encima de la privilegiada
marca de los dos mil 700 puntos de Elo.
DEPORTES COLECTIVOS: LA
GRAN DEUDA
Pero a la
hora de poner el dedo en la llaga este debe dirigirse primero que nada a los
deportes colectivos, que por primera vez no lograron ni una sola clasificación
para el certamen veraniego cuatrienal.
Quienes
más cerca estuvieron fueron los voleibolistas, que más tarde levantaron la
moral con un destacado tercer puesto en la Liga Mundial ante oponentes con
protagonismo en agosto, pero ya después de haber perdido el pasaporte
londinense.
Las
chicas tampoco lograron el objetivo, aunque en su caso distan mucho del nivel
que en alguna ocasión les hizo dignas del apelativo de Espectaculares Morenas
del Caribe.
Nuestro
deporte nacional, sin chances de acudir al llamado olímpico, logró recuperar el
título en el torneo de Haarlem, pero luego no pudo salir airoso de una gira por
Asia, donde enfrentó a quienes serán sus principales rivales en marzo, en el
III Clásico Mundial.
El fútbol
volvió a naufragar bien temprano en las eliminatorias mundialistas, y aunque
acaba de festejar el trono en la
Copa del Caribe, sigue aportando más decepciones que
alegrías.
Igualmente
con más penas que glorias sobreviven el balonmano, el baloncesto y el polo
acuático, en algunos casos víctimas de la falta del necesario roce
internacional para reinsertarse en la elite mundial.
Vale
reseñar que en categorías inferiores, aquellas en las cuales se acudió a las
principales convocatorias de la campaña para esas edades, los resultados no
fueron malos, pero igualmente muchas disciplinas pasan por alto este peldaño, y
luego se observan las nefastas consecuencias entre los mayores.
Han sido
estas, someramente, las principales luces y sombras del deporte cubano en 2012,
pues un análisis más profundo puede hacerse solamente modalidad por modalidad.
Hay muchísimas cosas por mejorar, pero yo al menos estoy optimista con lo visto
en estos últimos 12 meses en sentido global.
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