Por Lemay
Padrón Oliveros
En medio
de la pausa adelantada de la
Liga Superior de baloncesto, se puede apreciar que hemos
visto más de lo mismo, con respecto a lo sucedido en la campaña anterior.
Por
cierto, este descanso se antoja reducción de calendario, pues según comunicó la Comisión Nacional
los partidos previstos inicialmente para los días 14 y 15 de diciembre pasados se
trasladaron para el cierre del calendario de preliminares, solamente si
hicieran falta para determinar posiciones para las semifinales de marzo.
Tal como
van las cosas, no deben ser vitales, pues siguen siendo los cuatro grandes de
los últimos años los dominadores.
Antes del
arranque del certamen abríamos la posibilidad a alguna variante en los casos de
Camagüey y Matanzas, por algunas notables ausencias que tenían en sus filas,
pero nada de eso, siguen plantados en sus 13 y nadie los mueve del cuarteto de
punta.
Al
contrario, los agramontinos parecen más embullados y cerraron este primer tramo
como sublíderes detrás del multicampeón Ciego de Ávila (14-4), empatados con Capitalinos
(13-5).
Ni Villa
Clara, ni Santiago de Cuba ni Guantánamo han logrado convertirse en esos
contrarios de peso para aspirar a entrar en la postemporada. De todos ellos,
los del Guaso son los únicos aparentemente “vivos” todavía, y van a cuatro
juegos de los matanceros, una notable diferencia si se toma en cuenta que
restan como máximo 10 juegos para cada nómina.
Desgraciadamente,
las estadísticas (tardías e incompletas todavía hoy, varios días después de
jugado el último partido) han sido un punto flaco en esta edición, a diferencia
de años anteriores, y se hace imposible sustentar un análisis objetivo ante la
falta de tantos datos; otra vuelta atrás para una lid que llegó a ser el
segundo mayor espectáculo deportivo de Cuba.
La competición
se reanudará el venidero 15 de enero, y aunque falta todavía un buen tramo, todo
parece indicar que la LSB
mantendrá a sus mismos protagonistas para la etapa crucial.
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