Río de Janeiro.- Vísperas de la final de la Copa Confederaciones
de fútbol de Brasil-2013, la sombra del director técnico portugués José
Mourinho vuelve a aparecer.
Muy
pocos pensaron que el DT luso tuviera tanta presencia en el certamen que sirve
como ensayo al Mundial de 2014, porque ni siquiera comanda una selección
nacional.
Sin embargo, fue tan telúrico su paso por el
fútbol español, que ha puesto en duda la presencia como regular nada menos que
del capitán del plantel.
Si hace dos años, en la Eurocopa de
Ucrania/Polonia-2012, la polémica mayor alrededor de la
Furia Roja era la del falso 9, ahora los
criterios se mueven alrededor del portero regular.
Meses atrás era unánime el criterio de que
Iker Casillas era el mejor guardameta de España y uno de los mejores del mundo,
pero Mou cambió todo eso.
Cuestiones extradeportivas comenzaron a
enrarecer la relación entre técnico y jugador, y por primera vez en una década
el Águila de Móstoles vio desde el banquillo un partido importante sin estar lesionado.
Su lugar fue ocupado por un desconocido e
inexperto Adán. Mourinho movió sus piezas, pero le salió mal, porque al arquero
suplente le encajaron goles que tenían responsabilidad suya, y además fue
expulsado.
Entonces llegó la lesión de Casillas y el
punto neurálgico de este melodrama: la contratación forzosa de Diego López,
para encargarse de defender la portería del Real Madrid en el segmento decisivo
de la temporada.
López no lo pudo hacer mejor, y pese a
recuperarse, Casillas no volvió a ensuciar sus guantillas.
Llegó la hora de confeccionar el plantel
nacional y el DT Vicente del Bosque no dudó en respaldar a su capitán, pero la
presión mediática le hizo alternar el puesto con los otros convocados: Víctor
Valdés y Pepe Reina.
Cada uno jugó un encuentro en la fase
preliminar de esta Confederaciones, y Casillas actuó en la semifinal contra
Italia.
La disyuntiva ahora es: ¿Del Bosque rotará
otra vez, o mantendrá a su protegido?
En cualquier rincón donde se encuentre, Mou
debe retorcerse de placer con el cisma creado.
Río de Janeiro.- La estaba observando en las tribunas preferenciales del estadio
Castelao y no podía aguantar hasta el final del partido, cuando estaba pactada
la entrevista.
España e Italia libraban decenas de
escaramuzas, se jaloneaban, sudaban, corrían… pero ninguno anotaba.
La desesperación en mi rostro era tanta como
las gotas de sudor que corrían por la cara del bigotón Vicente Del Bosque.
Mi diva seguía atentamente cada detalle del
encuentro, en especial cuando la acción ocurría cerca de Gerard Piqué, su
esposo y envidia de millones de hombres al tener en casa a una de las mujeres
más bellas y sensuales del planeta Tierra.
Retaquita, es verdad, pero las caderas no
mienten, y con una sesión a su lado cualquier cansancio físico puede ceder al
imperio de los sentidos.
El tiempo normal se acababa y yo me afilaba
los dientes, porque la tendría para mi solito tras el pitido final. Iluso yo.
De eso nada, el marcador no se quería mover
y se retardaba mi momento de gloria, ya me estaba quedando ciego y sordomudo.
¡Vamos! Tiempo, extra, me quedan 30 minutos
más de espera. Bueno, más se demoran otras cosas.
El reloj seguía corriendo y mi tortura era
peor que la de Alejandro Sanz.
Mientras Howard Webb, feo y sin un pelo en
la cabeza como demandan los últimos manuales de la FIFA para poder ser
considerado un árbitro cinco estrellas, se negaba a pitar el fin del choque.
Por fin acabó el partido, pero no el empate,
y nos vamos a penales. Bueno, me dije nuevamente apelando a lo poco que me
queda de paciencia asiática, cinco tiritos por bando se van volando.
¿Pero y esto qué es? Nadie quiere fallar y
yo sigo aquí, esperando por la reina del waka-waka y fanática del tiqui-taca.
Al fin Bonucci la manda a las nubes, y así
me sentía yo, con el gatillo dispuesto para poner en ON la grabadora y ensayar
mi mejor sonrisa, o la menos fea, para llamar la atención de la cantora de la
voz rasgada.
Ahí se acerca… uno, dos tres guardaespaldas,
que doblan turno y hacen funciones de guardafrente y guardacostados. Alcanzo a
ver unos mechones rubios que pasan de prisa y grito: ¡Shakira!
Hasta ahí llegué, porque al voltearse la
cabellera se convirtió en un manojo de serpientes, y como Medusa me petrificó.
Así más o menos me imaginé mi entrevista con
Shakira, porque en realidad yo estaba a miles de kilómetros de Fortaleza y ni
siquiera estoy acreditado oficialmente para la Copa Confederaciones.
Río de Janeiro.- Hacía mucho tiempo que la selección
española no viajaba con su integrante número 24, el célebre Manolo ‘El del
Bombo’.
Nacido Manolo Cáceres
hace 64 años en Ciudad Real, perdió su nombre cuando decidió salir con un bombo
a cuestas a apoyar a La Roja,
lo mismo en torneos oficiales que en amistosos.
Y vale recordar que
esto no empezó ahora que España dicta las reglas del fútbol mundial, sino desde
la época en que los ibéricos acumulaban fracaso tras fracaso pese a tener una
de las mejores nóminas en todos los certámenes.
Sin embargo, Manolo no
pudo hacer el viaje a Brasil para apoyar a los europeos en la Copa Confederaciones,
y ha sido raro ver jugar a la selección española sin la animación de su fan
número uno.
Millones de kilómetros ha
recorrido este valenciano durante toda su vida con su instrumento a cuestas
para animar a La Roja,
incluso poniendo en riesgo su economía, su familia y hasta su salud.
Sin embargo, quizás la crisis pudo más esta
vez, o una normativa nueva de la Federación
Internacional de Fútbol (FIFA) que regula mucho más la
seguridad en los estadios.
Según la norma, está prohibida la entrada de
“objetos que puedan distraer la atención de los jugadores o árbitros, así como
objetos que produzcan un nivel excesivo de ruido”, y aquí pudo haber entrado el
instrumento de Manolo.
Como se ve, todo queda al criterio de quien
debe decidir, por eso me inclino más a un problema económico, que de esos le
han sobrado al “músico” en sus andares y desandares detrás de sus compatriotas.
Colectas entre amigos, patrocinios parciales
y hasta la colaboración de la propia Federación española ha necesitado el
valenciano, cuyos ingresos por un bar que regentea en las inmediaciones del
estadio Mestalla le son insuficientes.
Ahora es mucho más conocido que cuando saltó
a la palestra pública en el Mundial de España-1982, y hasta cumplió su gran
sueño de ver al equipo coronarse en un certamen del orbe.
Estuvo también en la Eurocopa de
Ucrania/Polonia-2012, pero los tiempos no están como para seguir en esos
trotes, y la
Confederaciones no contará con su seguidor más pintoresco.
Por suerte para él y para España, al menos
sobre el campo los jugadores no parecen necesitar tanto sus redobles. Pero se
le extraña, claro que se le extraña.
Río de Janeiro.- Uruguay comenzó con el pie izquierdo su participación en la Copa Confederaciones
de fútbol de Brasil-2013, pero hoy al menos festeja su llegada a semifinales.
Su primer encuentro se saldó con una derrota
1-2 a
manos de España, que pudo golear a la escuadra suramericana por el amplio
dominio exhibido durante los 90 minutos.
Pero al seleccionado celeste le ha pasado de
todo, incluyendo lluvias que le arruinaron entrenamientos, horas en autobuses
para llegar a sitios alternativos, y tensión por la violencia de algunos aficionados
en contra en los partidos.
Por si fuera poco, el sábado tres jugadores
y el preparador físico permanecieron encerrados por más de media hora en un
ascensor del Mar Hotel en Recife, lo que provocó el retraso de la habitual conferencia
de prensa.
Sin embargo, ese podría ser el punto de
inflexión, pues desde ese momento cambió la suerte del combinado charrúa, que debía
golear a Tahití y esperar por una derrota o un empate de Nigeria frente a
España, para no tener que ir a la diferencia de goles.
Por si acaso, los suramericanos golearon 8-0 a los tahitianos, mientras
los nigerianos caían 0-3 ante los españoles.
Sí, esta vez las Águilas Verdes volaron bastante
bajo, y se despiden del torneo con apenas una victoria, la conseguida ante el
débil Tahití, pero fueron quienes menos les anotaron a los oceánicos (6), y los
únicos que les concedieron un gol.
Volviendo a los
uruguayos, ya están en condiciones de mejorar lo hecho en su única
participación anterior en la Copa Confederaciones, porque fueron cuartos en
Arabia Saudita-1997.
Para seguir adelante tendrán nada menos que
vencer a Brasil, que ha estado intratable hasta el momento, pero su estilo
encaja con el de los anfitriones de este evento y, al ser viejos conocidos,
cualquier cosa puede pasar.
Entonces sí sabremos realmente si el
elevador inmóvil les trajo suerte o no.
Río
de Janeiro.- Gene Kelly hacía
piruetas junto a Leslie Caron siguiendo los acordes de George
Gershwin. A pocos metros Vincent Minnelli los seguía con atención, pensando
ya en qué parte utilizar y de cuál prescindir ayudado por su tijera imaginaria.
Así se tejía la leyenda de Un
americano en París, que convirtió ala Metro Goldwyn Mayer
en la productora referente del musical de la década de los 50 del pasado siglo,
y dio otro espaldarazo más al actor y bailarín que puso a medio mundo a cantar
bajo la lluvia un año después, en 1952.
Americano, claro, no es de América Latina,
pero a ellos nunca les ha gustado llamarse norteamericanos.
Bien lejos de París y más cerca en el tiempo
otro norteamericano célebre ha dejado su huella en Brasil, no tan indeleble
como la del celuloide, pero suficiente como para darle otro color a esta nación
amarilla y verde hasta los tuétanos.
Kobe Bryant, el mejor baloncestista del
mundo hasta la explosión indetenible de LeBron James, estuvo la víspera en la Arena Fontenova, de Salvador de
Bahía.
Difícilmente sea casual su presencia en el
estado brasileño con más presencia negra, cuando pudo ir a ver jugar a la
selección brasileña en los choques anteriores, o los siguientes.
Además de su compromiso publicitario, para
el estelar jugador de Los Angeles Lakers quería cumplir uno de sus sueños:
conocer a Neymar de Silva.
Ambos se encontraron al término del partido Brasil-Italia
en el vestuario de los anfitriones, y rápidamente las redes sociales se
llenaron con la foto que se sacaron juntos.
Para el campeón olímpico de Beijing-2008
será muy difícil pasar desapercibido en el gigante suramericano, ahora que
todos conocen de su presencia y su próximo viaje a esta ciudad, para saludar a
Ronaldinho Gaucho.
Por cierto, en el duelo entre italianos y
brasileños no quiso revelar favoritismo, porque admira el fútbol de la Canarinha, pero pasó
parte de su infancia en suelo transalpino.
Con sus cinco títulos de la NBA a cuestas (vaya
coincidencia, Un americano en París también ganó cinco premios
Oscar), Bryant tendrá que emular a Kelly para eludir el asedio de prensa y
público.
Quizás decida hacerlo también al compás de la
música; en la Ciudad Maravillosa
todo es posible, y más si estamos hablando de música.
Río de Janeiro.- Neymar da Silva es hoy un gran jugador de fútbol, pero en estos
momentos su mayor talento se encuentra fuera del campo, al levantar las ventas
de las camisetas en su honor, y más aún, el orgullo de su país.
Al inicio de la Copa Confederaciones,
la preocupación del delantero de 21 años era no ceder a la presión de ser
exigido como la gran figura de la selección que más títulos del mundo acumula.
Llamado a ser el motor impulsor de un equipo
muy renovado, el flamante fichaje del Barcelona debía demostrar que no estaba
sobrevalorado, y podía hacer renacer la confianza de los aficionados.
Lo primero fue hacerle honor a la camiseta
con el número 10 con la cual soñó desde pequeño y escogió hace menos un mes, la
misma que su compatriota Pelé convirtió en un símbolo universal para reconocer
al jugador más talentoso de un equipo.
Y vaya si lo viene logrando, porque ha sido
elegido por la Federación Internacional
(FIFA) como el jugador más valioso en los tres encuentros celebrados por
Brasil.
Su velocidad ha sido demasiado para casi
todos los defensas, quienes se atreven a enfrentarlo en un mano a mano quedan avergonzados,
y cuando se ve contra la pared es capaz de improvisar y definir con estilo.
Cuando parecía que iba a ser neutralizado
otra vez por los defensores europeos de primer nivel, léase los italianos, se
sacó un golazo de la chistera para poner a los suyos en la senda del triunfo
tras el empate 1-1.
Así contribuyó a que Luis Felipe Scolari “Felipao”
llegara a 11 victorias consecutivas en partidos oficiales, récord jamás
alcanzado por un entrenador brasileño en la historia.
La racha comenzó en el último partido de la
eliminatoria rumbo al Mundial de Surcorea/Japón-2002, continuó durante los
siete choques de ese certamen, y sigue viva en los tres realizados por la Canarinha en esta
Confederaciones.
Es un genio, tiene conciencia de eso y hace
la diferencia, declaró Felipao, tras el juego contra Italia.
Como resultado de todo eso, en los comercios
de esta ciudad no es sencillo encontrar camisetas con el nombre de otros
jugadores, pero la del 10 no falta en ningún puesto de venta de ropa deportiva.
Con todo eso, Neymar ha vuelto a levantar la
pasión por el fútbol de todo un pueblo que hasta hace horas tenía cosas más
importantes de las cuales preocuparse.
Río
de Janeiro.- Hoy por hoy, existen pocos artistas más tristes que el
brasileño Carlinhos Brown.
El amplio reconocimiento internacional no le
basta para ocultar la decepción por no poder escuchar el sonido creado por él
mismo para sartisfacer su otra gran pasión; el fútbol.
Se trata de la caxirola, el instrumento
musical que creóinspirado en el caxixi, una especie
de maraca utilizada en la capoeira, aunque en este caso hecha de plástico y con
material sintético dentro, más ecológicos que el bambú.
Fue certificada el 27
de septiembre de 2012
por el Ministerio brasileño de Deportes y se pensó que sería la alternativa
auriverde de la vuvuzela de Sudáfrica-2010.
En este sentido, su creador puso un énfasis
especial en que el sonido emitido por la caxirola no fuera desagradable a los
oídos, como en el caso de las corneta surafricana.
La caxirola respeta los límites sonoros.
Reproduce sonidos de la naturaleza, del mar, por eso trabajamos con los mejores
ingenieros acústicos para que el sonido fuera gustoso, agradable, explicó en su
momento.
Todo comenzó bien, pues el instrumento fue
presentado al público durante la apertura de la muestra La mirada que oye, compuesta
por 19 obras del artista baiano, y recibió el aval de la presidenta Dilma
Rousseff.
El célebre autor de Maria Caipirinha soñó con verlo adueñarse de los estadios en
esta Copa Confederaciones, pero fue vetado y probablemente tampoco se haga
escuchar en la Copa
Mundial de Brasil-2014.
En marzo de este año, la Federación Internacional
de Fútbol (FIFA) intentó prohibir el uso del utensilio, alegando que el mismo
podría ser usado como arma o como método de publicidad.
El tiempo pareció darle la razón, porque en
un partido en Bahía, el pasado 28 de abril contra Victoria, fanáticos del
equipo local lanzaron el instrumento al césped, disgustados por el resultado.
Como consecuencia, la caxirola fue vetada de
la Copa Confederaciones
y corre el peligro de jamás llegar al gran público, aunque el ministro de
Deportes, Aldo Rabelo, todavía tiene esperanzas de que se levante el veto.
No es una decisión final, hay que tener en
cuenta también la manifestación cultural que aporta este instrumento. Creo que
ese episodio fue algo momentáneo y aislado, indicó.
Así van las cosas, pero si la FIFA ya le tomó ojeriza al
aparejo, será muy difícil verlo adornando sonoramente los estadios brasileños.
Y es que los cacerolazos no se hicieron para
estremecer estadios, sino gobiernos…
Carlinhos Brown ya lo sabe muy bien.
Río de Janeiro.- La selección más exótica de la Copa Confederaciones
de fútbol de Brasil-2013 acaba de decir adiós hoy con una goleada que
no por esperada deja de ser escandalosa.
Sin embargo, la imagen de la
celebración del portero Mikael Roche es la mejor para definir a un
equipo que vino sin aspiraciones al torneo, consciente de que su nivel
está a años luz de la mayoría de los restantes.
El desafío
marchaba 8-0 favorable a los españoles, y Roche acababa de pararle un
penalti a Fernando Torres, pero su festejo fue como si alzara la Copa.
Apenas segundos más tarde “El niño” lo burló para marcar su cuarto tanto del partido, pero eso quedó en nada.
La intención principal de Tahití en el torneo era no salir goleada en
los tres partidos, y ya lleva dos. Lo peor es que no se ve cómo evitar
una tercera.
No mucho se le puede pedir a una nómina casi
totalmente amateur, en la que apenas un jugador, el veterano Marama
Vahiura, es profesional (actualmente juega en Grecia con el
Panathinaikos) y varios de ellos están emparentados entre sí.
El
marco majestuoso de Maracaná fue el escenario del duelo con los
españoles, que decretó su eliminación antes de concluir el calendario
preliminar ante decenas de miles de aficionados que colmaron las líneas
de metro en las horas cercanas al comienzo.
No obstante, los 'Toa
Aito' (Guerreros de Fuego, en tahitiano) salieron con orgullo ante una
afición que multiplica varias veces los centenares de espectadores
acostumbrados a verlos jugar en la Polinesia.
Para aclimatarse a
esa situación recrearon esos ambientes con la ayuda de altavoces en los
que se emitían los gritos y los abucheos de decenas de miles de
personas.
Si podemos conseguir un tanto ya será una actuación
excepcional para nosotros, declaró antes del inicio del certamen el
seleccionador tahitiano, Eddy Etaeta, y ya lo había conseguido ante
Nigeria el día inicial.
Para los jugadores, varios de ellos sin
empleo, ha sido una oportunidad de mostrarse al mundo y quizás dejar de
lado las labores de estibador, alpinista o auditor que poseen los más
afortunados.
Ya están eliminados, y eso no los sorprende, sino que
los estimula a intentar llegar al arco rival en su último encuentro
contra Uruguay, en Recife el próximo día 23.
De algo pueden estar
seguros, ahora Tahití sonará, el menos en los oídos de los seguidores
del fútbol, por algo más que las pinturas de Gauguin.
Río
de Janeiro.- Arena, sol, bellas mujeres para todos los gustos, música capaz de
levantar paralíticos, miserientas favelas y opulentos condominios.
Todo eso es Río, pero ninguna postal está
completa sin el fútbol, ese que se juega lo mismo en el mítico Maracaná que en
las playas de Copacabana o en Ciudad de Dios.
Es que al carioca, quiéralo o no, le corre
por las venas la sangre en forma de balones de fútbol, y ver o hablar de fútbol
es algo así como el deporte nacional, tanto como practicarlo.
La Copa Confederaciones
que se juega ahora en seis ciudades es solamente el aperitivo del Mundial
previsto para el próximo año, el mismo que la Canarinha pretende
utilizar para borrar el Maracanazo de 1950.
Además del ensayo como evento, la Copa es también el escenario
perfecto para que el técnico de la selección nacional, Luis Felipe Scolari,
mezcle a su gusto, cual ingredientes, a las nuevas perlas del balompié
brasileño.
Con el agravante de que no disputa las
eliminatorias por ser sede, la
Selecao necesita topes de nivel, porque no siempre consigue
amistosos a su altura.
Quedarse fuera de la final en la Copa América de 2011
y aparecer actualmente en el vigésimo segundo puesto del ranking mundial, la
peor posición de su historia, son otros golpes recientes del país del Jogo
Bonito.
Aunque el talento no falta en esta nación,
ningún jugador brasileño estuvo en el podio del Jugador Mundial del Año desde
Kaká en el 2007, y el mejor resultado reciente fue un puesto 13 para Neymar da
Silva el pasado año.
La juventud de plantilla, con apenas cuatro
jugadores (el portero Julio Cesar, el lateral Dani Alves, el zaguero Thiago
Silva y el delantero Fred) con experiencias anteriores en Mundiales, y el
último bastante poca, es una de las mayores dificultades de Scolari, y en este
sentido la
Confederaciones es una buena prueba de fuego para sus
pupilos.
Inspirados luego de golear 3-0 a Francia antes del inicio del
certamen, comenzaron con buen pie al repetir el resultado ante Japón, pero para
recuperar la confianza de su escéptica hinchada se les exige llegar al menos a
una hipotética final contra España.
Ahora se echan más de menos los dos años
"perdidos" desde el Mundial de Sudáfrica-2010, cuando la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) -al parecer por razones más económicas que deportivas- programó varios amistosos con equipos sin peso como China e Irak. En esos partidos, el entonces entrenador Mano Menezes se puso a probar a decenas de jugadores sin formar la base de un equipo para el Mundial, y el resultado es que el trabajo técnico se encuentra casi en cero. Al respecto opinó el ex futbolista alemán Paul Breitner, quien sugirió que los problemas de Brasil son más profundos de lo que se cree.
Brasil está jugando el mismo estilo de fútbol en los últimos 10 o 15 años. Creo que los brasileños han estado dormidos, o piensan que serán siempre los mejores del mundo, disparó. Por su parte, Scolari, consciente de lo complicado de buscar resultados cuando se tiene a futbolistas con poca experiencia, declaró en días recientes: La naturaleza no da saltos y hay que aguardar la evolución normal del grupo. Para eso ha apelado a su sapiencia y a todo lo que tiene a mano, incluso blindar los entrenamientos al público, en aras de levantar la moral de todo un país que respira fútbol por los cuatro costados. Ese Jogo Bonito, y efectivo siempre que Felipao está detrás, es el único capaz de mantener el idilio entre afición y jugadores, afectado por los pobres resultados recientes. Será el momento de la actual generación para demostrar que no se trata de jugadores “comunes”, sino de jóvenes capaces de echarse al plantel al hombro y sudar los 90 minutos para obtener el triunfo. Si levanta la Copa, Scolari debería entonces luchar con la maldición de que el campeón de la Confederaciones fracasa al año siguiente en el Mundial, pero esa es otra historia.
Quizás en ningún otro país de este
planeta se respire más fútbol que en Brasil, por eso la presión se multiplica por
mil cuando son sede de un torneo internacional, y la Copa Confederaciones
será un buen ejemplo.
Para añadir
morbo, Brasil acude a la Copa
con una sed acuciante de resultados, una selección joven y en proceso de
formación, y el apremio por tener a 12 meses el torneo más importante: la Copa del Mundo, de la cual
también serán sede.
Neymar da
Silva, flamante fichaje del Barcelona español, es con tan solo 21 años la gran
esperanza de la Canarinha,
y el seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, lo ha entendido claramente al
concederle total libertad de movimientos y poner al equipo a su servicio.
Si logra
entenderse con los habilidosos Oscar (Chelsea) y Lucas Moura (PSG), Brasil
puede ser campeón de nuevo, tras imponerse en las Copas de 1997, 2005 y 2010, y
ampliar su marca de siete triunfos seguidos que posee en estos momentos, para
superar los ocho de Francia.
La no
convocatoria de Ronaldinho Gaúcho le impedirá quedarse como máximo goleador
histórico de la competición, que comparte actualmente con el mexicano
Cuauhtémoc Blanco, ambos con nueve perforaciones.
A
diferencia de ocasiones anteriores, esta vez no asiste al certamen como campeón
del Mundo o América, sino solamente por ser el anfitrión, y la gran
preocupación de "Felipao", maestro del equilibrio entre ataque y
defensa, es precisamente dar solidez detrás, a ese ataque tan potente.
Por ahí
pasa el sueño de alzar el tercer cetro consecutivo, primer paso para sepultar
el Maracanazo que todavía resuena en los oídos de los habitantes de esta
ciudad. Otra batalla es la de los preparativos del Mundial, que tendrá su
primer capítulo de fuego en este certamen.
La otra
esperanza de Latinoamérica es Uruguay, la campeona de la Copa América de
Argentina-2011, pero su momento actual está bien lejos del que lo llevó a
coronarse en suelo gaucho y ser tercero en el mundial de Sudáfrica-2010.
Completa la
delegación latinoamericana México, que llega a la Copa convencido de que puede
alcanzar la final aunque su paso por las eliminatorias mundialistas es más bien
renqueante.
Muy difícil
le será a los mexicanos sobrevivir a su llave eliminatoria, que comparten con
los dueños de casa, Italia y Japón, y revivir aquella histórica coronación de
1999, precisamente ante Brasil en el estadio Azteca, el choque que todavía
tiene el récord de concurrencia (110 mil espectadores).
El defensa
Carlos Salcido, los centrocampistas Andrés Guardado y Gerardo Torrado, y los
delanteros Giovani dos Santos y Javier 'Chicharito' Hernández, son sus grandes
bazas, pero el técnico José Manuel de la Torre está consciente de que va a Brasil como
convidado de piedra.
ESPAÑA BUSCA EL TÍTULO RESTANTE
Pero si de favoritos se trata, todas las miradas
deberían cruzar el Atlántico y aterrizar en Barajas, porque la campeona del
Mundo y de Europa, España, tiene la selección más compacta y llega con sed de
venganza tras quedar fuera de la final en la pasada versión.
Con una
defensa sólida con la presencia de Sergio Ramos y Gerard Piqué, y un mediocampo
de otro planeta con Xavi Hernández, Sergio Busquets y Andrés Iniesta, el conjunto
ibérico ha logrado dominar el panorama internacional de los últimos años pese a
que sus delanteros de turno no hayan estado letales.
Si David
Villa y Fernando Torres logran mostrarse a su mejor nivel, la Roja no parará hasta levantar
la Copa en el
legendario Maracaná, el único título de selecciones que le falta.
Otro peso
pesado del Viejo Continente es Italia, renacido de la mano de Stephen El
Shaarawy y el polémico Mario Balotelli, pero todavía conducida por el genial
veterano Andrea Pirlo. Casi nunca están en los planes, pero luego sorprenden.
Del resto,
para Japón, Nigeria y Tahití, solamente a superar la fase de grupos sería un
buen resultado.
Matanceros,
no se pongan bravos, pero creo que el título para ustedes llegará otro año. Ya
vivieron una situación similar en la semifinal, pero Villa Clara no es Sancti
Spíritus.
Es verdad
que los centrales no ganan desde hace casi dos décadas, pero con una ventaja
como esta solamente les ha ganado Industriales, y estamos hablando de un equipo
grande; para llegar a eso a los yumurinos todavía les falta.
Si por
algo quería que ganaran los de la
Atenas de Cuba era porque llegaron a la postemporada
prácticamente a base de esfuerzo propio, porque los refuerzos aportaron
bastante poco.
Ni a la
tercera fue la vencida para los cocodrilos en cuanto a refuerzos, pues a falta
de dos subseries para el cierre de la fase clasificatoria, cuando casi tenían
ya el boleto en el bolsillo, fue que funcionaron las últimas adquisiciones.
Sigo
pensando que los refuerzos son para jugar otro torneo, no darle continuidad al
mismo, y por eso me parecía muy plausible lo logrado por la tropa matancera,
por demás la más floja en el papel entre las ocho que avanzaron a la segunda
fase.
Ahora les
ha tocado cruzarse con una Naranja casi mecánica, que no comete errores y sigue
exhibiendo un pitcheo de lujo, el mismo que inexplicablemente no pudo hacerse
justicia en la primera mitad del campeonato.
Si Freddy
Asiel Álvarez ha sido un titán sobre el box, no menos puede decirse de Misael
Siverio en su actuación “pasada por agua”. Apenas cinco imparables con siete
ponches en igual cantidad de entradas hablan a las claras de dominio. Mucho más
herméticos han sido los relevistas.
Además,
los villaclareños han sido ese equipo macho, que no se deja robar la iniciativa
y a cada intento de su rival por levantar la voz, le pone un tapaboca. Así es
difícil perder. Siempre
pensé que Villa Clara salía como favorito, pero pensé que esto llegaría a siete
juegos, y tal como van las cosas no creo que se vuelva al Victoria de Girón, no
porque los matanceros no sean capaces de lograr una remontada (han demostrado
varias veces que con ellos no hay juego perdido hasta el final), sino porque
los Naranjas son casi invencibles en el Sandino, y tendrían que perder dos de
tres. Por eso a esta final le veo muchísimo sabor Naranja.
Han
pasado más de 50 años. Medio siglo alejados de nuestro entorno natural, el más
barato y accesible, el más acorde a nuestra idiosincrasia, pero al final se
abrió la puerta, y el béisbol de Cuba regresará a su escenario más cercano: La Serie del Caribe.
Sempiterno
ganador en sus inicios, el combinado cubano se alejó en 1960 de estas lides, y
aunque por mucho tiempo no se extrañaron, porque se jugaba otro béisbol, ahora
se ha vuelto imprescindible chocar a este nivel para elevar el techo de nuestra
pelota.
Cada año
nuestros peloteros juegan con las cuatro letras menos de 20 partidos, y
entonces lo que llevan a los terrenos del mundo es lo aprehendido (con H) en la Serie Nacional, donde se ven
cosas muy buenas, pero también muy malas.
Encuentros
de nivel superior pide a gritos nuestro béisbol para que a la hora buena no nos
falle esto a aquello (siempre es un detalle, pero un detalle que cuesta juegos
y títulos).
Las
negociaciones han sido arduas, pero al fin han dado sus frutos. Como en el caso
de la Serie Mundial
de boxeo, Cuba necesita la Serie,
pero la Serie
también necesita a Cuba, y en este arreglo sale ganando todo el mundo.
Muy justo
es que vaya el equipo campeón de nuestra Serie Nacional, como hacen los demás
países, un estímulo adicional para dejar el pellejo en el terreno, sobre todo
aquellos conscientes de que llegar al equipo Cuba les queda un poco lejos,
aunque se entreguen en cada desafío. Igualmente estimulante para los colectivos
de dirección, que tienen muchas menos posibilidades de representar a la Isla en el exterior.
El
estadio "Nueva Esparta", de Isla Margarita, en Venezuela, será
entonces el teatro preparado para el regreso del hijo pródigo del Caribe del 1
al 7 de febrero de 2014, para disputar el trono ante novenas de México, Puerto
Rico, República Dominicana y Venezuela.
De
momento pensar en el trono es lo de menos (sin descartarlo por supuesto); el hecho
de regresar al Caribe es la mejor noticia que podíamos recibir en este
contexto.
Jugaron
como nunca, pero perdieron como siempre. Ese pudiera ser el saldo para Sancti
Spíritus de su tope semifinal con Matanzas, pero es un saldo demasiado escueto
y pragmático.
Es
verdad, les sacaron las espuelas una vez más, pero al menos yo vi otros Gallos,
mucho más agresivos, y dignos de haber merecido más. Para su mala fortuna,
nadie fue capaz de sacar el tercer out en el momento oportuno de ese fatídico
octavo inning, cuando les faltaban cuatro para avanzar por segunda vez a una
final nacional, y volvieron a fracasar en el séptimo juego.
Los
lanzadores relevistas no pudieron hacer su trabajo y punto. La extraordinaria
labor del novato Norge Luis Ruiz fue echada en saco roto, y quienes habían
estado bien todo el año no actuaron correctamente en el momento crucial.
Sí, pero
eso fue solamente en este último desafío, en los anteriores fue la ofensiva la
más endeble, sobre todo la de su columna vertebral, una vez más en deuda con la
afición, a pesar de las conexiones, aisladas pero importantes, de Yuliesky
Gourriel.
A pesar
de todo merecen reconocimiento ellos, y sobre todo su afición, que sin
importarle mucho los fracasos constantes en la última década, repletaron el
Huelga con la esperanza de sepultar de una vez la maldición.
Por el
contrario, Matanzas fue todo agresividad, y gracias a la encomiable labor de
contención del refuerzo guantanamero Frank Navarro no se fueron de partido y
vaciaron el Huelga en el octavo episodio.
Lamentable,
muy lamentable una vez más, el espectáculo de su manager, retando otra vez a
las autoridades como si fuera intocable. Mejor decirlo ahora que ganó, y no
después de una derrota, para que nadie nos tilde de atizar la herida abierta: A
esto hay que ponerle coto YA, porque día a día se va subiendo la parada y la
sangre puede llegar al río. Eso sin hablar de la pésima imagen a los millones
de espectadores que apreciaban el juego, y a quienes luego no les pidió
disculpas pese a tener los micrófonos a su disposición. Se viene
ahora una batalla épica: algo así como Villa Clara contra Villa Clara, porque
son dos equipos muy similares en cuanto a estilo de juego. Lo más saludable
sería que el espectáculo lo pusieran los peloteros y no los entrenadores, y
mucho menos los árbitros.
Este jueves cerró el proceso oficial de inscripción y en
definitiva serán seis los hombres que pugnarán por comandar el olimpismo
mundial, pero de ellos uno sobresale entre los demás, el expertiguista
ucraniano Sergei Bubka.
La disputa por agenciarse el cargo de presidente del
Comité Olímpico Internacional (COI) y suceder al belga Jacques Rogge, quien deja
el puesto tras 12 años, tiene además a un banquero y cuatro federativos como
candidatos.
Los otros involucrados son al alemán Thomas Bach, el
puertorriqueño Richard Carrión, el singapurense NG Ser Miang, el suizo Denis
Oswald y el taiwanés Ching-Kuo Wu.
Sin embargo, pocos dudan de que es el presidente del
Comité Olímpico de Ucrania y vicepresidente de la Asociación Internacional
de Federaciones de Atletismo (IAAF) el máximo favorito.
De hecho, fue el último en presentar su candidatura para
comandar al órgano rector del olimpismo mundial, y luego de su postulación,
nadie más ingresó la nómina, algo así como “¿para qué?".
Con 49 años es el más joven de los candidatos, y en su
prolífera carrera como atleta ganó seis títulos mundiales y el olímpico en
Seúl-1988, además de batir 35 plusmarcas planetarias y conservar el puesto como
dueño del tope universal al aire libre (6.14 metros), y bajo
techo (6.15 metros).
De sus rivales, el que pudiera hacerle sombra es el
germano Bach, excampeón olímpico y mundial de esgrima, y también presidente de la Confederación Olímpica
del Deporte Alemán, quien tenía las mayores posibilidades antes de que el Zar
de la pértiga anunciara sus intenciones.
El boricua Carrión pone por delante su experticia
económica, el singapurense Miang su visión integradora, Oswald sus más de 40
años en el olimpismo, y Wu sus aportes al renacer del boxeo olímpico. Todos estarán pendientes de la 125 sesión del COI, el venidero
10 de septiembre en Buenos Aires, pero al menos a mí me parece que esta votación
está cantada.
Lanzó
como los dioses. Tenía a alguna divinidad cerca para que guiara cada uno de sus
lanzamientos durante tres salidas de la postemporada. Pero ni así pudo el
cienfueguero Noelvis Entenza marcar en el casillero de victorias.
Sencillamente,
como ocurría en la Iliada,
detrás de su contrario, Freddy Asiel Alvarez, también había alguna deidad
moviendo los hilos, y al final logró imponerse las tres veces.
Como él
mismo dijo tras el encuentro, de nada vale lanzar una joya si el equipo no
gana, pero cuando piense las cosas más en calma se dará cuenta de que ha sido
el lanzador cienfueguero más efectivo en las dos últimas postemporadas, aunque
los suyos no hayan podido imponerse.
¿Qué
sucede? Pues que sin batear no se puede ganar. El mentor Iday Abréu hizo de
todo para pisar el plato, hasta squeeze plays suicidas, pero nada fue
suficiente. Un plantel con tanta dinamita en sus muñecas no pudo sacarle
provecho, y sus dos cuadrangulares fueron sin hombres en base.
Tantos
corredores dejados en base tenían que pasarle factura, y ante un equipo que no
deja muchos resquicios como Villa Clara, puede ser mortal.
Para mí
sí estuvieron bien las decisiones de Abréu en aras de buscar más dividendos. En
especial la más polémica, la del corrido y bateo con William Luis. Es un
bateador que no acostumbra a tocar, y por eso hubiera preferido intentar el
bateo y corrido. Salió mal, pero sigo pensando que se pensó bien.
Cienfuegos
es un equipo muy bueno, pero para llegar a ser Grande todavía le falta, y no
será con refuerzos que lo logre. Varios de los mejores talentos del país en los
últimos años han salido de sus filas, y aunque no todos siguen ahí, tienen lo
suficiente como para pensar en grande gracias a los Pito, Arruebarruena,
Quesada, Entenza, Jorge Hernández y Moncada. La
verdad, no han tenido suerte en los pareos, porque les han tocado siempre
novenas grandes como Pinar, Industriales y Villa Clara, pero a la larga para
llegar a la elite, hay que ganarle a la elite. Para llegar al cetro, Ciego
debió zafarse del predominio naranja. Cuando los Elefantes logren algo así,
entonces nadie podrá parar su estampida.
No estoy
descubriendo el agua tibia ni mucho menos: en la postemporada la adrenalina
sube a límites insospechados, y todos, desde el más parsimonioso aficionado
hasta el más exacerbado pelotero viven cada partido con intensa emoción, y es
frecuente sentir en carne propia cada jit, out o quieto.
Se trata
del momento crucial en que se puede echar por tierra la labor de todo un año,
desde la conformación del equipo hasta el desenlace final, y por eso es difícil
controlar las emociones cuando alguien considera haber sido víctima de una
injusticia.
Por eso,
aunque algunos pueden considerarlo injusto, quienes no están involucrados
directamente en cada jugada tienen que esforzarse al máximo para no
equivocarse. Todos los seres humanos erramos, pero quienes no llevamos el
uniforme no podemos decidir partidos.
La
subserie Villa Clara-Cienfuegos quedará en el recuerdo no solamente por las
altas dosis de coraje y entrega por ambas novenas, sino también por los yerros
mayúsculos de los árbitros. Obviando los conteos, tan variopintos casi como los
mismos lanzamientos (ya ni siquiera como cada imparcial), la jugada en primera
en el cuarto juego, y la de tercera en el quinto desafío, merecieron airadas
protestas de cada cuerpo de dirección.
Que Ramón
Moré no reaccionara violentamente en el primer caso como lo hace ante los
periodistas sigue siendo un enigma para quien escribe; quizás no la vio, o
simplemente no quiso buscarse un problema, no sé. Lo cierto es que si hubiese
protestado como la lógica lo indica, motivos tenía, como los tenía también Iday
Abréu.
Para nada
justifico la violencia, esa merece todo el rechazo posible, pero si te corre
sangre por las venas al menos puedes ponerte por un momento en la piel del
protagonista y reconocer que la reacción es humana.
Estamos
acostumbrados a castigar la reacción y no la causa, y a veces esta última era
más evitable que la segunda. Por suerte esta vez, para beneficio del
espectáculo, el mayor castigo fue para quien provocó el lamentable incidente y
no para quien lo protagonizó, por demás un manager de conducta intachable hasta
donde sé. A esta
historia todavía le quedan bastantes partidos por delante, ojalá el incidente
sirva para que nos llamemos TODOS a capítulo y seamos “un tilín mejores”.
Horas y
horas de sacrificios, entrenamientos y cosas importantes dejadas de lado han
vuelto a rendir sus frutos para el mejor ajedrecista latinoamericano de la
última década.
Criticado
a veces por entablar demasiado, al güinero Leinier Domínguez le han resbalado
esos comentarios y se ha mantenido firme en sus concepciones de juego: tratar
de lograr una posición sólida y no perderla para poder entonces aspirar a la
victoria.
Por ahí
pasa buena parte de su permanencia sobre los dos mil 700 puntos de Elo, cifra
que para alguien con un fogueo medio como él es difícil de conservar.
Lo hecho
en la recién concluida cuarta parada del Grand Prix de ajedrez es sencillamente
sensacional, porque totalizó ocho puntos de 11 posibles, gracias a seis
victorias, cuatro tablas y solamente una derrota, precisamente en su primer
encuentro.
Lo
presagiábamos desde el año pasado: la entrada de Leinier a estos certámenes de
altísimo nivel más temprano que tarde rendiría sus frutos, y ciertamente llegó
sin hacerse esperar mucho.
Rodeado
de varios de los monstruos del deporte ciencia, el caribeño tuvo nervios de
acero y consiguió sus primeras victorias de por vida ante varios de ellos, como
el búlgaro Veselin Topalov o el italiano Fabiano Caruana.
Es sin
dudas su mejor resultado histórico, y lo colocará en la próxima actualización
del listado mundial en un inédito onceno lugar del planeta, con unas impensadas
dos mil 757 unidades, por lo menos, más de 20 por encima de lo que hasta
entonces era su máximo acumulado (2734).
Todas las
partidas fueron importantes, pero destaco sobre todo su brillante defensa ante
el francés Etienne Bacrot, ante quien salió bastante endeble del medio juego,
con un peón de menos y en lados opuestos del tablero, y debió batallar con
todas sus energías para lograr el empate ante el único oponente de acumulado
similar al suyo. En la jugada 73 cometió otro error y quedó entonces con un
solo peón contra tres de su rival, pero se las arregló para emparejar la
contienda. Para
quienes nunca hemos dejado de confiar en sus posibilidades es este otro
espaldarazo, innecesario porque somos sus incondicionales, pero sí importante
para subir la parada y seguir pensando en grande.
La
edición 43 del torneo internacional de boxeo Giraldo Córdova Cardín in
memoriam, que arrancará este miércoles en La Habana, promete ser la mejor en mucho tiempo del
tradicional certamen boxístico cubano.
Por
cantidad, ya es la nómina más notable de este siglo, con más de 160 boxeadores
de 20 países, algo impensado en estos tiempos de crisis económica en buena
parte del planeta.
Pero no
solamente cantidad se verá, pues entre los nombres filtrados a la prensa
existen al menos tres medallistas de los Juegos Olímpicos de Londres-2012 entre
los foráneos: el mongol Nyambayaryn Tögstsogt, subtitular de los 52 kilogramos, y los
hermanos brasileños Florentino Falcao: Esquiva, submonarca en 75 kilos, y
Yamaguchi, bronce en 81.
A ellos se suman los cubanos Roniel Iglesias (oro en 69 kg), Lázaro Álvarez (plata
en 56) y Carlos Banteur (plata en 75, pero en Beijing-2008).
En la representación caribeña se extrañan los nombres del dorado londinense
Robeisy Ramírez (56), recién intervenido quirúrgicamente en un ojo, y el
tercero allí Yasnier Toledo (64), quien cumple una sanción disciplinaria.
La ausencia de Ramírez privará al certamen de una revancha estival, pues él y
Tögstsogt dieron una buena pelea por el trono de los 52 kilos en el Pabellón
Excel de la capital británica, y ambos subieron ahora a 56.
Los anfitriones concursarán con dos equipos, y el principal incluye al titular
mundial de Bakú-2011 Julio César La
Cruz (81), el monarca panamericano de Guadalajara-2011
Leinier Peró (91) y el vigente titular universal juvenil Yoandy Toirac (más de
91).
Otros de renombre serán el brasileño Everton López (64), actual campeón del
orbe, y los mongoles Byambyn Tüvshinbat (69) y Zorigtbaataryn Enkhzorig (64),
ambos medallistas en Campeonatos de Asia, además del ruso Eduard Abzalimov
(56), titular de Europa en 2010.
Todos
estos nombres deben garantizar el espectáculo, aunque el año pasado fue el jordano
Ihab Al-Matbouli (81 kg) quien enamoró a las tribunas con su estilo agresivo, y ahora llega con sabor de
revancha tras quedar en bronce, superado 10-22 a manos del anfitrión
Yaikel Kindelán. Con una mesa tan bien servida como esta es muy probable que haya boxeo de
altura en la capitalina Sala Polivalente Kid Chocolate, y como se pretende que
los dos exponentes del patio en cada peso sean sorteados en el mismo sector del
organigrama, debe haber presencia foránea en todas las peleas por oro.