La bicicrosista
colombiana Mariana Pajón se ha convertido en 2012 en el nuevo rostro del
deporte colombiano, pero con el premio alcanzado hoy también se hace familiar
para el resto de la región.
Su nominación como Deportista Femenina del año
en América Latina y el Caribe según la tradicional encuesta de Prensa Latina
convierte a la chica de Medellín en una celebridad más allá de su país.
Luego de recibir 63 votos, la abanderada de la
delegación colombiana en los Juegos Panamericanos de Guadalajara-2011 y los
Olímpicos de Londres-2012 ganó ampliamente el sondeo por delante de la
velocista jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce.
Claro, ya se había hecho famosa con el oro
alcanzado en la categoría BMX en Londres-2012, segundo cetro de toda la
historia estival colombiana, y de ahí en adelante su vida cambió, de homenaje
en homenaje.
El Gobierno colombiano la condecoró con la Cruz de Boyacá y la Secretaría General
de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) con el título de Ciudadana Andina Honorífica.
La muchacha de Antioquia, con solamente 21
años de edad, ya había sido ganadora en campañas anteriores de varios
campeonatos mundiales, nacionales (colombianos y estadounidenses), y
latinoamericanos, entre otros.
Se incluyen aquí los primeros puestos en los
Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez-2010, los Sudamericanos de
Medellín-2010 y los Panamericanos de Guadalajara-2011.
Pero sin dudas el asalto el Olimpo el pasado
10 de agosto es su mayor conquista desde que a los tres años se encaramó por primera
vez en una bicicleta, y competía casi siempre contra varones al no existir una
categoría adecuada para ella.
Atrás quedaron los tiempos de oposición por
parte de algunos miembros de su familia, acrecentados con las varias fracturas
sufridas en su todavía corta carrera, incluyendo una leve fisura ósea a pocos
meses del inicio de la justa londinense.
Nada la detuvo, a tal punto que en el mundillo
del bicicross se le conoce como la hormiga atómica, por su manera tan
particular de correr: con explosividad, rudeza y agresividad.
Fuera del deporte a la 'bella paisita' le
queda un sueño: estudiar medicina.
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