Por
Lemay Padrón Oliveros
Aunque el
béisbol, el
baloncesto y otros deportes convocan a gran cantidad de aficionados canadienses, sin dudas el
hockey sobre hielo es el Rey de los Deportes en la gran nación norteña.
Estudiosos del tema dudan sobre el origen de esta disciplina, ubicado mayormente alrededor del siglo XVII, pero está comprobado que el primer juego oficial tuvo lugar en
Montreal el 6 de marzo de 1875.
Fueron los canadienses los autores de los primeros reglamentos oficiales, cuya esencia se mantiene hoy, aunque la
Federación Internacional se fundó en
París en 1908, con la participación de
Francia, Reino Unido, Bélgica y Suiza.
Lo cierto es que los canadienses hicieron suya esta disciplina, olímpica para los hombres desde
Amberes-1920, y para las mujeres desde
Nagano-1998, cuando empezó a contar también con el concurso de jugadores profesionales.
En el caso de las damas, el primer
Campeonato del Mundo tuvo lugar precisamente en Canadá en 1990, y desde entonces ha aumentado la popularidad del deporte entre las féminas.
De la extensa y poco poblada nación del norte es también el equipo de hockey más antiguo de la historia aún existente: los C
anadienses de Montréal, fundados en 1909.
LAS LEYENDAS
Diversas anécdotas rondan la participación canadiense en
Campeonatos Mundiales y
Juegos Olímpicos, pero entre ellas sobresale una: la ocurrida en la cita bajo los cinco aros de 2002, celebrada en la ciudad estadounidense de
Salt Lake City.
Una moneda fue puesta debajo de la pista de hielo, y los equipos canadienses de ambos sexos ganaron sus respectivas medallas de oro.
Por ese motivo, la moneda fue denominada como "la moneda de la suerte" y desde entonces es uno de los tantos objetos que se exhiben en el
Salón de la Fama del Hockey, ubicado en Toronto.
Entre sus jugadores más emblemáticos a través de la historia se encuentran
Patrick Roy,
Mario Lemieux y
Wayne Gretzky, cuyos números fueron retirados de la selección nacional.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
Desde 1920 hasta 1968 los torneos de hockey sobre hielo en los
Juegos Olímpicos de invierno cuentan oficialmente también como
Campeonato Mundial, por lo cual quienes se coronaron allí poseen dos títulos en esos años.
Tomando en cuenta esa época, el combinado de la hoja de maple es el segundo máximo ganador, solamente superado por la combinación de la extinta
Unión Soviética y la actual
Rusia, que poseen un oro más (25).
Asimismo, en
Juegos Olímpicos propiamente hablando nadie los supera, pues poseen ocho oros, cuatro platas y dos bronces, como tampoco entre las damas, con 3–1-0 en
Olimpiadas y 9-3-0 en
Mundiales.
Con respecto a las categorías inferiores,
Canadá domina el palmarés en Campeonatos del mundo sub-20 (juveniles), con 15 oros, siete platas y cuatro bronces, y en el sub-18 son cuartos, con dos cetros y un subcetro.
Aunque 68 países integran la
Federación Internacional, 162 de las 177 medallas repartidas en los Mundiales han quedado en solamente siete naciones y apenas seis de las 64 olímpicas no corresponden a esta élite.
Tras la
Segunda Guerra Mundial este deporte llegó a la
Unión Soviética con tal fuerza que empezó a disputar a
Canadá la denominación de mejor equipo del mundo, porque los norteamerianos no llegaron al podio prácticamente en la década de 1970.
Sin embargo, con la admisión de los jugadores rentados los años más recientes volvieron a colocar a los del Nuevo Mundo en el sitial que merecen, pues son los actuales monarcas olímpicos en ambos sexos y de la
Copa del Mundo.
A lo largo de la historia existieron otras competiciones de carácter internacional, como la
Copa Canadá, donde los mejores jugadores de cada país podían jugar, trofeo que se convirtió en 1996 en la
Copa del Mundo de Hockey, celebrada con una periodicidad variable.
A nivel profesional, los canadienses son los segundos máximos animadores de la liga de hockey sobre hielo profesional más importante del mundo: la
National Hockey League (NHL), con sede en
Estados Unidos.
Actualmente la nación anglo-francófona tiene seis equipos en la NHL:
Canadienses de Montreal,
Senadores de Ottawa y
Hojas de Maple de Toronto en la Conferencia Este, y
Flamas de Calgary,
Petroleros de Edmonton y
Canucks de Vancouver en la del Oeste.
El máximo premio de ese torneo es la
Copa Stanley, nombrada en honor al fundador de este campeonato, el gobernador general británico de
Canadá,
Lord Stanley de Preston, quien la creó en 1893.
Sus hijos
Lord Arthur y
Lady Isobel fueron los principales motores de la dispersión de la disciplina entre hombres y mujeres, respectivamente.
Películas, series de televisión y canciones han trascendido en la cultura canadiense, incapaz de desprenderse de un tan potente fenómeno de masas.
Incluso la canción
The Hockey Theme es considerada el segundo himno nacional de
Canadá.
En resumen, el hockey corre por las venas de
Canadá, que sigue siendo el país con el mayor número de practicantes registrados, casi medio millón.