Por
Lemay Padrón Oliveros
El movimiento olímpico vivió un
2013 bastante agitado, con profundos debates en cuanto a sedes y deportes en el
calendario oficial, y la elección de un nuevo jefe.
El alemán Thomas Bach será quien regirá los destinos del Comité Olímpico
Internacional (COI) al menos en los próximos cuatro años, luego de imponerse,
no sin cierta sorpresa, a un grupo de candidatos entre los que se encontraban
el exgarrochista Serguei Bubka.
Pesó más en los votantes los años vividos por el también campeón
olímpico en esgrima al frente del Comité nacional de su país, del cual era su
titular desde 2006.
Sin embargo, apenas asumido el cargo, ya el germano se ha encontrado con
varios temas en su agenda: protestas por los Juegos de Invierno de Sochi-2014,
debates sobre el programa olímpico y hasta un diferendo con la Federación
Internacional de Fútbol (FIFA).
La prohibición rusa de "propaganda homosexual" durante la
celebración de los Juegos de Sochi ha provocado que grupos de activistas exijan
una investigación independiente sobre las consecuencias legales de las
disposiciones.
Hasta el momento el gobierno ruso ha negado cualquier tipo de
discriminación durante la cita invernal, pero Bach tendrá que mostrarse
enérgico para cerrar la puerta a cualquier intento de boicot.
Considerados ya el evento más caro de la historia del olimpismo, gracias
a un presupuesto estimado en 37 mil 500 millones de euros, Sochi-2014 tiene también sobre sí la mirada de
los ambientalistas, que demandan el máximo respeto al medio ambiente local.
El recorrido de la llama olímpica por el espacio, en el Polo Norte o al
pie de un volcán han sido hitos en la historia del deporte, pero más
terrenalmente hay cosas de mayor importancia en disputa.
Otra de ellas es la cuestión del dopaje, pues la Agencia
Mundial Antidopaje (AMA) está
preocupada porque el laboratorio satélite de Sochi fue suspendido por seis
meses.
Si el laboratorio cumple satisfactoriamente en los próximos días con los
requerimientos planteados, la suspensión de la acreditación no se llevará a
efecto, y podrían realizarse allí todos los análisis de la cita, cuya inauguración
será el 7 de febrero.
En caso contrario, el COI deberá designar un laboratorio sustituto, con
todos los problemas logísticos y económicos que esto conllevaría.
DEPORTES VAN Y VIENEN
Uno de los temas más candentes en la
reunión del COI en Buenos Aires en septiembre pasado fue la decisión de qué
deporte se incluía como el número 26 en el programa de los Juegos de 2020.
En definitiva fue la lucha, injustamente puesto a competir con otras
disciplinas que no se le comparan desde ningún punto de vista, quizás con el
solo objetivo de utilizar ese peso para cerrarles la puerta a todos los demás
aspirantes.
Ese fue un gran anhelo del expresidente Jacques Rogge, quien en su
batalla encarnizada contra el gigantismo borró algunas disciplinas y logró
incluir al rugby y el golf, pasiones personales, en el calendario oficial a
partir de Río de Janeiro-2016.
Sin embargo, Bach piensa de otra manera, y con toda la lógica del mundo
plantea que lo más importante es la cuota general de deportistas e
instalaciones a utilizar y no tanto el número de deportes.
De esta manera mantiene abiertas las opciones para los deportes
aspirantes, y el tema sería entonces reducir las cuotas de los existentes, con
énfasis quizás en los colectivos, de los cuales participan 12 y casi ninguno
tiene más de ocho con reales posibilidades de coronarse.
FÚTBOL VS. OLIMPISMO
Los Juegos de invierno dejaron también
otra polémica en el ambiente, esta vez relacionada con el fútbol, y en
específico con la celebración de la Copa
Mundial de 2022.
Adjudicada a Catar en una elección que todavía se discute, la Copa originalmente debió
jugarse en verano, pero los calores exorbitantes del Medio Oriente hacen esto
totalmente inviable.
Los organizadores habían previsto climatización en los estadios, pero
con justeza la FIFA
dijo que el Mundial no se juega solo en los estadios, y sería abusivo para los
fanáticos.
Al parecer se llegó a un acuerdo, y la justa ecuménica, de mantenerse en
suelo catarí, no se jugaría a principios de año en coincidencia con los Juegos
invernales, como se dijo inicialmente, sino a finales de 2022.
CANDIDATURAS Y SEDES
Si sorpresiva de cierta manera resultó
la elección de Bach como presidente del COI, no menos fue la de Japón como sede
del torneo bajo los cinco aros en 2020, en detrimento de la aparentemente
favorita Madrid.
Detalles más o menos, entre las primeras declaraciones del teutón tras
ser invertido estuvo una crítica al proceso, que según su opinión es demasiado
técnico y frío.
Pedimos a las aspirantes que rellenen un cuestionario enorme, pero somos
incapaces de descubrir de esta manera el alma de sus propuestas porque otros,
que a menudo son siempre los mismos, les ayudan con estos 'deberes', dijo Bach
en una entrevista.
El directivo se mostró más favorable a la creatividad, a salirse del
guión preestablecido para aportar evolución.
En resumen, el nuevo mandamás del deporte mundial parece llegar rodeado
de aires de cambio, solamente el tiempo dirá si es capaz de aplicarlos al menos
parcialmente.