Por Lemay Padrón Oliveros
Flechas tan certeras como las de
los legendarios Robin Hood o Guillermo Tell enviaron las colombianas Sara
López, Alejandra Usquiano y Aura María Bravo durante la competencia por equipos
del arco compuesto, correspondiente al Campeonato Mundial de la disciplina.
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Sara encabezó al equipo. |
La medalla de oro conquistada el pasado fin de semana en la justa del
orbe organizada en la ciudad turca de Antalya, marca sin dudas un momento de
gracia para estas jóvenes muchachas, que apuntan con fuerza a dianas más
exigentes.
Victorias contundentes contra Brasil (con marcador de 166-144), Estados Unidos (191-175) y
Gran Bretaña (194-165) dejaron en claro que las suramericanas
iban en serio, y Holanda pudo constatarlo en la final, luego del triunfo
cafetero 229-215.
Durante la competición las colombianas debieron hacer ajustes ante los
fuertes vientos de Turquía, que las privaron de tener una mejor participación
en la competencia individual.
Como resultado, decidieron llevar en la lid por equipos un peso
adicional en los morrales para buscar un mejor equilibrio, y obtuvieron un
excelente resultado, que las colocó a la cabeza del listado universal colectivo
con 362.600 puntos, delante de Estados Unidos (335.700) y Surcorea (261.500).
Vale aclarar que la modalidad olímpica es el arco recurvo, no el
compuesto, por lo que estas tiradoras probablemente no brillarán en citas bajo
los cinco aros, pero igual son para destacar sus puestos como subcampeones en la Copa del Mundo de Medellín,
y cuartas en la Copa de Wroclaw.
López, de apenas 18 años, ganó este año la parada de la Copa del Mundo en Turquía,
en donde Colombia se alzó también con el oro por equipos, y luego en los Juegos
Mundiales de Cali se colgó el bronce individual.
Además, la oriunda de Risaralda inscribió su
nombre como recordista mundial en dos modalidades: en partida a 15 flechas,
sumando 150 puntos de 150 posibles, y en doble ronda 50 metros (72 lanzamientos)
con 695 de 720.
Como consecuencia, marcha tercera actualmente en el ranking mundial
individual del arco compuesto con 240.100 puntos, solamente por detrás de la
estadounidense Erika Jones (306.550) y la alemana Kristina Berger (263.800)
Por su parte, Usquiano, de 20 años, va séptima en el listado del orbe
con 193.475 unidades, gracias a primeros puestos individuales en la final de la Copa Mundial en París, la
parada de Medellín y el Grand Prix de México, y Bravo (18 años) obtuvo ahora su
mayor éxito deportivo.
TIBIA RECEPCIÓN
En un país casi totalmente
dominado por el fútbol, es bien difícil encontrar titulares de otros deportes,
pero la relevancia del triunfo alcanzado en suelo turco lo merecía, más allá
del tweet de felicitación del presidente Juan Manuel Santos, poco destacado
mediáticamente.
Sin embargo, muy tibia fue la recepción en la prensa local, y la mayoría
de los diarios, incluyendo el poderoso y reconocido El tiempo, mostraron
silencio total con respecto al tema.
Apenas el periódico El colombiano dio destaque a la hazaña de las
arqueras, y se hizo eco de un comunicado de la Federación de la
disciplina, en el cual expresaba:
Esta medalla mundialista obedece al gran respaldo
que la Federación
y sus deportistas han encontrado en Coldeportes Nacional, el Comité Olímpico
Colombiano y de los institutos descentralizados de las regiones donde la Federación cumple con
su trabajo de masificación con este deporte”.
Como muestra de que el silencio no se
corresponde con la altura del mérito, varios lectores hicieron llegar al
rotativo palabras de elogio hacia las chicas.
Felicitaciones a estas consagradas
deportistas. Son muy pocas veces que ganamos un título mundial en competencia
de conjunto. La mayoría de nuestros títulos son logros personales de
deportistas excepcionales. En mi memoria están los de béisbol, pero eso fue
hace mucho tiempo, señaló un aficionado.
Un poco mejor fue el calor de pueblo cuando regresó parte del conjunto (Usquiano
y Bravo, porque López siguió hacia un torneo internacional juvenil y de cadetes
en China), pero todavía bien lejos de las pasiones futbolísticas, subidas de
tono con la eliminatoria en plena efervescencia.