Por Lemay
Padrón Oliveros
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| Yarisley puso lo mejor de 2012. |
La
clarinada de Yarisley Silva y el reconocimiento tardío a Yarelis Barrios no
fueron suficientes para ponerle un punto destacado al atletismo cubano en la
temporada concluida.
Sin
dudas, los sitios más altos los puso Yarisley con esa inesperada plata en el
salto con pértiga de los Juegos Olímpicos de Londres-2012, y otras buenas
actuaciones en la Liga
del Diamante, pero figuras más establecidas no cumplieron con lo esperado, por
una u otra razón.
La propia
Barrios, la atleta cubana más estable del último quinquenio, no pudo igualar la
plata conseguida en Beijing-2008 pese a disparar sobre los 66 metros, una marca que
no le es muy habitual, porque sencillamente sus rivales lo hicieron mejor.
Una de
ellas, la croata Darya Pishchalnikova, se ayudó de sustancias dopantes, y eso
hará justicia para poner a la pinareña en el cuadro de medallistas, donde no ha
faltado en ningún certamen de relevancia en los últimos tiempos.
Nuestro
otro medallista en Londres, el decatlonista Leonel Suárez, logró salvar allí
una campaña irregular, afectada por problemas de salud, donde se ratificó como
el segundo mejor de los “humanos”, pues el estadounidense Ashton Eaton demostró
con sus récords mundiales bajo techo y al aire libre que está a otro nivel.
Del
resto, ¿qué decir? Se esperaba mucho, muchísimo más, del pertiguista Lázaro
Borges y el vallista Dayron Robles, y los dos nos dejaron con las ganas en la
principal justa del año, pero también haciendo un balance de toda la temporada.
Tampoco
hizo valer su buen desempeño del pasado año el jabalinista Guillermo Martínez,
ni la veterana martillista Yipsy Moreno, aunque esta última al menos llegó a la
final olímpica y allí compitió a base de puro coraje. De todas maneras, tomando
en cuenta los 12 meses, el protagonismo de ambos fue bien pobre.
Los
triplistas (hembras y varones) tampoco cumplieron con las expectativas, y la
velocidad y el medio y largo aliento permanecen en total anonimato para el
resto del planeta.
Tuvimos
un excelente desempeño en el Mundial juvenil y eso trae un rayo de esperanza,
pero el Bajo techo se nos fue sin preseas.
No quiero
superestrellas como Usain Bolt, pero el atletismo cubano ha tenido siempre al
menos un estandarte (la propia Yipsy lo fue en su mejor momento), y ahora ha
quedado descabezado de golpe. ¿Ocupará Yarisley ese lugar, lo recuperará
Dayron? Esas interrogantes y otras tendrán respuesta solamente en 2013.
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