Antes de sonar el gong en el Mundial de boxeo de Doha-2015, adelanté que tenía la corazonada de que Cuba ganaba en el medallero general.
No había tenido esas
vibraciones en las dos ediciones anteriores, cuando se asistió con escuadras
todavía inexpertas, conformadas en su base con los mismos hombres que hoy, en
plena madurez, acaban de devolver a Cuba al sitial que se merece en este tipo de
boxeo.
Esa es la diferencia
fundamental con Bakú-2011 y Almaty-2013, porque si bien Lazarito Álvarez es un
fuera de serie que desde su irrupción en planos estelares ha brillado y se ha
convertido en el púgil más estable de su generación, con los tres títulos
mundiales más recientes, dos panamericanos, uno centroamericano y un bronce
olímpico, además de brillar en las Series Mundiales, al resto necesitaba más
tiempo para madurar.
En Doha el pinareño
debió afrontar también un reto difícil ante el ruso nacionalizado azerí Albert Selimov, veterano que archiva el oro planetario de Chicago-2007 y
le había superado en la final de la SMB. Esta vez preocupó la votación del
capítulo inicial, pero El príncipe salió a comérselo en el segundo y no paró
hasta obligar a los médicos a detener la pelea. Amén de la calidad de los
rivales, que no siempre te permiten hacer lo que quieres sobre el ring, otros
de sus compatriotas no fueron tan agresivos y lo pagaron con derrotas.
Dio la impresión de
que los entrenadores no estaban al tanto de las votaciones, porque seguían
boxeando de la misma manera aunque esa estrategia no se viera premiada por los
imparciales. En este punto, so pena de pecar de chovinista, debo decir que no
me parecieron justas las derrotas de Roniel Iglesias y Yasniel Toledo.
Iglesias tuvo un
primer asalto flojo, pero en el segundo dominó, y en el tercero arrolló a su
rival, al punto de que le dieron 10-8 dos de los jueces. Sin embargo, uno de
ellos en el balance final le da la pelea a su contrario. En el caso de Toledo
es increíble que un juez lo vea dominar de punta a cabo (30-27), y dos lo dejen
debajo 28-29.
Pero bueno, cerremos el capítulo
de las manchas para destacar las grandes actuaciones de los debutantes JoahnysArgilagos
y Arlen López, sobre todo el primero, con apenas 18 años, porque ya el segundo
había mostrado credenciales en cuanta lid se presentó a largo de las dos
últimas temporadas.
Tampoco
se nos olvida Julio César La Cruz, el único “veterano” desde 2008 en las filas
del conjunto estelar, igualmente de estreno en el selecto club de los
tricampeones mundiales, aunque la suya fuera una corona esperada.
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