Tres preseas de plata fue el
saldo para América Latina y el Caribe en el recién concluido Campeonato Mundial
de lucha, escaso en comparación con otros años porque muchas veces se obtiene
al menos un oro, pero acorde a la realidad de este deporte en el que las
grandes potencias son las dominadoras.
El poderío económico tiene mucho que ver en el medallero de esta cita,
en la cual los mayores titulares los alcanzaron gladiadores y gladiadoras de
Rusia (junto a las antiguas integrantes de la Unión Soviética ), Japón,
Estados Unidos, y muy pocas excepciones.
Dentro de este conglomerado sobresalió la venezolana Mayelis Caripá Castillo, una luchadora ya de 33 años
que se pensaba en declive y muy por el contrario, mostró grandes progresos en
la justa.
Solamente la pudo parar la japonesa Eri Tosaka en la final, pero antes ganó tres combates, y con eso
garantizó una medalla de plata, que en su caso es como un oro.
Sucede que la veterana
luchadora carabobeña, olímpica en Atenas-2004, Beijing-2008 y Londres-2012, ha tenido en el peso
a otro durísimo rival, que le ha demandado enormes esfuerzos para no subir de
categoría.
Sin embargo, su férrea voluntad y la confianza en la victoria han sido
siempre sus mejores armas, como ella misma confiesa.
Tengo muchos años en esto, me conocen y saben que cuando me monto en una
colchoneta doy todo, mis rivales me respetan bastante, porque saben que soy una
luchadora muy aguerrida, expresó en una entrevista.
No obstante, el arte de las llaves y los agarres no motivaba a la nativa
de la ciudad de Valencia en un principio, pues su primera disciplina fue el
atletismo.
En realidad no me gustaba para nada la lucha. Empecé estudiando en la
escuela de talento deportivo en Carabobo, y cuando cumplí los 15 años me
cambiaron, me pusieron a rotar por varios deportes porque era muy pequeña, y
así fue como quedé en lucha, explicó la gladiadora en otra ocasión.
Con apenas 16 años se puso a las órdenes del entrenador Ángel Rondón, y
desde el año 2000 es guiada por su esposo, David Ochoa.
Junto a él ha
obtenido la mayoría de sus triunfos más importantes hasta este: los bronces en la Copa del Mundo de Francia-2005,
el Campeonato Mundial de Bakú-2007 y los Panamericanos de Río de Janeiro-2007.
Este año su
mejor desempeño había sido el segundo lugar en el Grand Prix de España, en el
cual había sido plata también en 2011, y ha sido además seis veces titular
continental del deporte, además de ganar los Juegos Centroamericanos y del
Caribe de Cartagena-2006 y Mayagüez-2010.
Ahora en Budapest, la colombiana Jackeline Rentería pudo sumar otro
metal para la región porque quedó bien cerca de las preseas en los 63, pero
sucumbió en la disputa del bronce ante la kazaja Yekaterina Larionova, luego de
avanzar hasta semifinales.
CUBA DE NUEVO A LA VANGUARDIA
Como es tradicional en esta
disciplina, Cuba se ratificó a la vanguardia de Latinoamérica, con dos preseas
de plata, ambas del estilo libre, a los cuellos de Liván López (66) y Reineri
Salas (84).
Para López fue la confirmación de un ascenso, pues había sido tercero en
el Mundial anterior y los Juegos Olímpicos de Londres-2012, y ahora subió un
escalón en el estrado de premiaciones, como muestra de que como el vino, mejora
con los años.
Por su parte, Salas también tiene motivos para festejar, pues además de
mejorar el bronce obtenido en Moscú-2010, lo hizo luego de dos años de
alejamiento oficial de los colchones, por una sanción disciplinaria.
El punto negro para la mayor de las Antillas fue que no pudo sumar ni un
solo punto en la modalidad grecorromana, y tampoco en la femenina.
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