Falta muy poco para que se dé la voz de play ball de nuevo en Cuba,
con el inicio de la Serie Nacional número 55, que como siempre, parte
con el mismo optimismo para todos los peloteros, directores,
entrenadores y aficionados, deseosos de superación.
Como quiera que nuestra estructura contempla dos etapas, para
este primer análisis solamente quiero entrar en los posibles ocho
clasificados a la segunda ronda.
Campeón y subcampeón de la pasada campaña no deben tener muchos problemas para incluirse entre los ocho grandes, aunque habrá que ver cómo la Isla repone a los importados que no regresarán al equipo para esta temporada.
En una campaña llena de tanta renovación, no solamente por la juventud de las nóminas, sino también por las mudanzas registradas en los últimos meses, es difícil presagiar lo que puede suceder.
De todas maneras, me da la impresión de que Industriales es el menos afectado, porque además de mantener a casi todos sus elementos (incluyendo a Yuliesky Gourriel desde el principio y no como el año pasado), llega con el impulso de que su relevo triunfó en el Nacional sub-23. Pocos de ellos, salvo los lanzadores, deben ser protagonistas en la Serie, pero de conjunto con los más establecidos, más otros que han recuperado, deben mandar a los Azules a la siguiente ronda.
Matanzas presentará una alineación bastante renovada, pero a pesar de eso, y del desastroso papel de su sub-23, su colectivo técnico siempre ha sabido sacar el extra de cada elemento para traducirlo en victorias válidas para la clasificación, y algo similar considero de Pinar del Río, que contra viento y marea es el otro que siempre ha estado en la selección de refuerzos.
En mi opinión, lo sucedido el pasado año con Villa Clara fue apenas un accidente, y no debe repetirse. La buena actuación de su sub-23 debe inyectar más sangre joven de calidad al conjunto.
Hasta aquí, van los seis planteles que veo con mayores posibilidades de avanzar a la siguiente instancia, y restarían dos cupos, que deben disputar a mi juicio Artemisa, Sancti Spíritus, Las Tunas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba.
Los artemiseños recibieron un importante refuerzo en el veterano Yohandry Urgellés, que les debe redondear una buena alineación, capaz de ayudar más a su buen cuerpo de pitcheo, y por el mismo camino deben ir los tuneros, si los guantanameros importados no están fuera de forma tras un año sin jugar. Holguineros y granmenses mantienen su base y serán candidatos fuertes, mientras que a Santiago nunca lo descarto. Por último, los espirituanos estuvieron muy bien en el sub-23, pero sin el aporte de Frederich Cepeda no sé si les alcance para sobrevivir.
Esto es lo que parecen decir los papeles, pero el terreno no siempre lo avala, habrá que ver.
Campeón y subcampeón de la pasada campaña no deben tener muchos problemas para incluirse entre los ocho grandes, aunque habrá que ver cómo la Isla repone a los importados que no regresarán al equipo para esta temporada.
En una campaña llena de tanta renovación, no solamente por la juventud de las nóminas, sino también por las mudanzas registradas en los últimos meses, es difícil presagiar lo que puede suceder.
De todas maneras, me da la impresión de que Industriales es el menos afectado, porque además de mantener a casi todos sus elementos (incluyendo a Yuliesky Gourriel desde el principio y no como el año pasado), llega con el impulso de que su relevo triunfó en el Nacional sub-23. Pocos de ellos, salvo los lanzadores, deben ser protagonistas en la Serie, pero de conjunto con los más establecidos, más otros que han recuperado, deben mandar a los Azules a la siguiente ronda.
Matanzas presentará una alineación bastante renovada, pero a pesar de eso, y del desastroso papel de su sub-23, su colectivo técnico siempre ha sabido sacar el extra de cada elemento para traducirlo en victorias válidas para la clasificación, y algo similar considero de Pinar del Río, que contra viento y marea es el otro que siempre ha estado en la selección de refuerzos.
En mi opinión, lo sucedido el pasado año con Villa Clara fue apenas un accidente, y no debe repetirse. La buena actuación de su sub-23 debe inyectar más sangre joven de calidad al conjunto.
Hasta aquí, van los seis planteles que veo con mayores posibilidades de avanzar a la siguiente instancia, y restarían dos cupos, que deben disputar a mi juicio Artemisa, Sancti Spíritus, Las Tunas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba.
Los artemiseños recibieron un importante refuerzo en el veterano Yohandry Urgellés, que les debe redondear una buena alineación, capaz de ayudar más a su buen cuerpo de pitcheo, y por el mismo camino deben ir los tuneros, si los guantanameros importados no están fuera de forma tras un año sin jugar. Holguineros y granmenses mantienen su base y serán candidatos fuertes, mientras que a Santiago nunca lo descarto. Por último, los espirituanos estuvieron muy bien en el sub-23, pero sin el aporte de Frederich Cepeda no sé si les alcance para sobrevivir.
Esto es lo que parecen decir los papeles, pero el terreno no siempre lo avala, habrá que ver.
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