Era el sueño de los barcelonistas, inconcebible para la mayoría de los clubes del mundo, pero auténtico para ellos luego de haberlo logrado a las órdenes de Josep Guardiola en 2009.
Pero ahí mismo está el primer problema, que
no se trata del mismo equipo, aunque se parezca mucho. En primer lugar está la
sed de triunfo, pues aquella nómina, a la vez que tenía elementos que ya habían
ganado la Champions
un par de años atrás, tenía el hambre de conquistar mucho más. Quienes se
encuentran ahora, en su gran mayoría, lo han ganado todo.
Lo otro, y más importante, es que aquel
plantel ya llevaba dos temporadas a las órdenes de Guardiola, mientras que este
apenas cuenta con una junto a Luis Enrique, una que en su primera mitad fue
bastante caótica en los vestuarios, a diferencia de la Era Guardiola.
La gran cantidad de cambios realizados por
Luis Enrique para el partido de ida les salieron demasiado caros, y no estuvo
nunca ni cerca de poder remontar aquel 0-4 que pesaba toneladas.
Le queda como consuelo el hecho de haber
encajado solamente un gol en contra, pero fueron unos cuantos los errores en la
zaga, que le darán dolores de cabeza en estos inicios de Liga, más aún porque
seguramente no podrán contar durante al menos un partido con Gerard Piqué,
luego de hacerse expulsar por protestar airadamente al árbitro de línea.
Dicho esto, es hora de reconocer que la Supercopa de España 2015
tuvo un solo protagonista, y ese fue el Athletic de Bilbao. El técnico Ernesto Valverde elaboró el plan adecuado, y fue ejecutado a la perfección por
sus Leones, tanto en la ida como en la vuelta, al ataque y a la defensa. Aunque
Aritz Aduriz fue el goleador indiscutible, el título fue una obra de arte
colectiva, en la cual todos los elementos siguieron al pie de la letra el plan
trazado en el pizarrón de Valverde.
Si soy honesto, no pensé que los bilbaínos,
o cualquier otro equipo de España salvo el Madrid, pudieran arrebatarle un
título al Barcelona en eliminatoria directa, pero los vascos se lo creyeron, y
por eso festejan 31 años después de su última conquista.
Justo premio para el único equipo del mundo
que juega solamente con elementos de origen vasco o canteranos, y a pesar de
eso nunca ha caído a segunda división.
No hay comentarios:
Publicar un comentario