Por Lemay Padrón Oliveros
Cual truco de magia, el veterano delantero sueco Zlatan Ibrahimovic ha
logrado reinventar su leyenda a los 31 años en las filas del más mediático club
de Francia: el París Saint Germain.
Luego de
una buena campaña con el Milán AC italiano, Ibra hizo sus maletas y marchó a la
capital de Francia, donde está viviendo su mejor momento futbolístico en mucho
tiempo.
Líder
anotador de la Ligue
1 con nueve goles, tres por delante de sus más cercanos escoltas, y
protagonista fundamental de la remontada de Suecia al empatarle 4-4 a la poderosa Alemania luego
de ir debajo 0-4, el nativo de Malmoe ganó hace unas semanas el premio Golden
Foot 2012.
El galardón
se entrega al futbolista mayor de 29 años con una carrera exitosa, y el
escandinavo superó en las votaciones a los españoles Iker Casillas, Xavi
Hernández y Carles Puyol, el brasileño Ricardo Leite “Kaká”, el marfileño
Didier Drogba y el italiano Andrea Pirlo.
Esta es la
décima edición del premio, que se entrega anualmente en el Salón de las
Estrellas, en Mónaco, y jamás lo había ganado un jugador de un club francés, lo
cual elevó la figura del depredador de redes en la Ciudad Luz.
CHICO MALO
Ibrahimovic, de padre bosnio y madre croata, nació en un barrio desfavorecido de Malmoe,
Rosengaard, y su dura infancia incidió para convertirlo en un luchador, alguien
que se ha ganado un nombre a base de esfuerzo propio y mucho empeño.
A los ocho
años inició su carrera como futbolista con el equipo de su barrio, el cual
tiene el mismo nombre, y firmó su primer contrato como jugador profesional con
apenas 16 años en 1996.
Luego de
cinco años en el club sueco, Arsenal quiso tenerlo en sus filas, pero el Ajax
holandés fue quien pagó la mejor suma de dinero en 2001 y adquirió al jugador.
Con ese
histórico equipo logró marcar su primer gol en un torneo internacional, la Champions League,
y además conseguir sus primeros títulos: dos de Liga, Copa y Supercopa de
Holanda.
De ahí se
marchó a Italia, donde militó en Juventus e Inter de Milán hasta 2009, cuando
firmó por el Barcelona en lo que se avizoraba como un fichaje ideal para darle
altura a una plantilla llena de “bajitos” en la zona ofensiva, pero no brilló y
además se enemistó con el entrenador Josep Guardiola.
Regresó
entonces a Milán, pero para jugar con el AC, y de ahí al PSG, donde se luce en
la actualidad y se convirtió recientemente en el único jugador que consigue
marcar goles en la Liga
de Campeones con seis equipos diferentes.
Durante su
carrera fue reconocido como el de Mejor Jugador Sueco en 2007, 2008 y 2010,
Futbolista del Año en la Serie
A en 2008, 2009 y 2011, y fue incluido en dos ocasiones en el
once ideal de la
Asociación Europea (UEFA) en 2007 y 2009.
Pero además del diferendo con Guardiola Ibra
ha sido criticado en varias ocasiones por actitudes antideportivas, como cuando
el pasado 12 de octubre el capitán de Islas Faroe lo describió como infantil,
arrogante y sucio.
Si sus
actitudes en el campo no son suficientes, fuera de él tampoco es un modelo a
seguir, y en el propio ámbito futbolístico fue catalogado como un envidioso al
catalogar recientemente como un conjunto mediocre al Barcelona español, donde
no fue capaz de mostrar su clase.
Así son los
genios, parece que va en sus genes ser polémicos. ¿por qué Ibra iba a ser la
excepción?
¿REGRESO A MILÁN?
Fiel a su estilo polémico, hace unos días el
goleador atizó a la prensa con la posibilidad de regresar al Milán AC.
Si hoy
pudiera elegir volver, me imaginaría hacerlo al Milán. Me sentí muy bien allí.
Es uno de los clubes al que podría imaginar regresar si tuviera que decidirlo
hoy, es fantástico y quiero que tenga mucho éxito y todo vaya bien. Si
necesitan ayuda, saben dónde estoy, declaró.
En las
filas del plantel rossonero tras su tormentoso paso por el Barca, Ibra fue el
punto más alto del equipo en sus tres años y finalizó la pasada campaña como
líder anotador del Calcio, con 28 tantos, como lo había hecho con el Inter en
2009, pero con 26.
Sin embargo, en julio pasado fue transferido
al PSG junto al brasileño Thiago Silva, otra pieza clave en el andamiaje
milanés, una señal de que el once transalpino busca un cambio de época.
De momento,
el atacante sueco asegura que todavía le falta por mejorar, y se siente como el
buen vino.
Aún no
estoy al ciento por ciento. He marcado goles y he jugado bien, pero hubo dos
partidos en los que no estuve bien y mis compañeros son conscientes de ello,
dijo.
A seguidas
declaró: Cada día que pasa y cada partido que juegas, acumulas experiencia. Me
siento mejor cada año que pasa y estoy jugando de la manera en la que quiero.
El día que deje de mejorar, dejaré de jugar a fútbol.
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