El tremendo
comienzo de Cuba en el Campeonato Mundial de lucha recién concluido en Las
Vegas, Estados Unidos, dejó con las ganas a unos cuantos, deseosos de obtener
más preseas o al menos boletos a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.
El oro de Ismael Borrero (59 kilogramos) y
la polémica plata de Mijaín López (130) en el estilo grecorromano durante la
segunda fecha, hizo que algunos se afilaran los dientes para cuando comenzara
el libre, donde aparentemente la mayor de las Antillas tenía armas más
poderosas.
Borrero firmó el mejor resultado de su
carrera deportiva, precisamente en un año que no parecía tan bueno al no poder
alcanzar el oro en los Juegos Panamericanos de Toronto-2015. Sin embargo, al
parecer ese era su día, y con apenas 23 años se ha convertido en campeón
mundial.
López, cinco veces dorado planetario y dos
veces olímpico, perdió en la discusión del trono con el turco Riza Kayaalp, el
único que lo ha podido derrotar en los últimos años, aunque el único punto
marcado en ese pleito fue por amonestación contra el caribeño.
Sin embargo, ninguno de los medallistas cubanos
en la pasada versión de Tashkent-2014 lograron siquiera acceder a la repesca,
derrotados algunos por oponentes de escaso aval.
Aquí llamó la atención sobre todo el revés
del doble plateado universal Reineris Salas (86) contra el venezolano Pedro
Francisco Ceballos, a quien había superado con comodidad varias veces.
De los otros considerados favoritos como
para avanzar en el organigrama, quien más acción vio fue Liván López (74),
quien cayó en cuartos de final contra el indio Narsingh Pancham Yadav, un
gladiador aparentemente desconocido, pero que protagonizó un gran certamen.
Por su parte, Javier Cortina (97) tuvo un
rival complicado en el kirguizo Magomed Musaev y no pudo siquiera revalidar su
tercer puesto de la versión precedente.
Un oponente mucho más avalado era el doble
titular del orbe ruso Víctor Lebedev, victimario de Yowlys Bonne (57) en
cerrado 2-2, por lo que la actuación del guantanamero no debe considerarse
mala.
Tampoco es para criticar demasiado lo
sucedido con las chicas, pues tanto Katherine Videaux (63) como Lisset
Echevarría (75) compitieron bastante bien y cedieron ante oponentes de su nivel
o superiores.
La lógica más estricta indicaba que siendo
el Mundial anterior a los Olímpicos y el primero con pasaportes para la cita
estival carioca, sería bien exigente, pero aquel comienzo deslumbrante parecía
romper el razonamiento.
De todas maneras, antes del comienzo muchos
pensaron que se podían obtener varios cupos y solamente se lograron los dos de los
medallistas, por eso probablemente no quedaron satisfechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario