El campeón defensor Pinar del
Río recibirá en su territorio la final de la Serie Nacional de
Boxeo, que del 24 al 26 próximos definirá la escuadra más completa con la
presencia de los mejores púgiles del país, algunos como refuerzos en otras
nóminas.
La fórmula competitiva, similar
a la de la Serie Mundial
con enfrentamientos entre escuadras, peso por peso, a cinco asaltos, dejará en
claro quién es mejor entre los campeones de cada zona: Pinar, Villa Clara y
Guantánamo.
Solo el guantanamero Erislandy
Savón (91 kilogramos)
y el camagüeyano Joahnys Argilagos (49) no competirán en la justa, pues fueron preservados
por razones técnicas, a menos de 15 días del inicio del Campeonato Mundial de
la disciplina.
Aunque el trasfondo pudiera ser
básicamente económico, realmente no me gusta la final con solamente tres
escuadras, porque siempre se queda fuera algún elenco de los fuertes, como
sucedió ahora con Camagüey, que en la fase preliminar no pudo contar con sus
principales cartas. Con Argilagos, Yasnier Toledo (64), Julio César La Cruz (81) y Leinier Peró (más
de 91) es prácticamente imposible superar a este plantel, pero estaban en
compromisos internacionales.
Por eso hubiera preferido
mantener los seis conjuntos que avanzaban antes, dos por zona en vez de uno,
para así además limitar la cantidad de refuerzos y que cada territorio se
defienda fundamentalmente con lo que fue capaz de formar.
Pero bueno, como ya está todo
listo de esa manera, solo queda analizar las posibilidades de cada uno, tomando
en cuenta que según las reglas ningún púgil puede subir al encerado más de una
vez, y eso implica un rejuego táctico importante para asegurar el mínimo de
seis triunfos ante cada rival.
Empecemos con los anfitriones,
que recibieron como refuerzo al matancero Andy Cruz (56) y los capitalinos Enmanuel Reyes (81)
y Yoandy Toirac (más de 91), entre otros, y tienen
por derecho propio a Lázaro Álvarez (60), Roniel Iglesias (69), Santiago
Amador (49), Leodán Núñez y Jorge Luis Cordero (52). Como se ve, tienen al
menos seis divisiones con gran potencial.
Guantánamo exhibe como mejor refuerzo a
José Ángel Larduet (más de 91), más sus productos locales: los veteranos Irán
Pérez (49) e Iván Oñate (60), el prometedor Frank Zaldívar (52), Arisnoidi
Despaigne (69) y Arlen López (75). A todas luces, el
plantel más flojo en el papel, con solamente una figura dueña del puesto en el
equipo nacional.
Por último, el sorprendente
Villa Clara, que eliminó a Camagüey, se reforzará precisamente con los
camagüeyanos Toledo (64), Kevin Brown (64), La Cruz (81) y Peró (más de 91),
además del espirituano Yosbany Veitía (52) y el cienfueguero Robeisy Ramírez
(56), pues como figura de cierto renombre en sus filas solamente contaba con Noslan
Yera (56).
He ahí una buena muestra de lo que decía al
principio, pues los centrales, con sus propias fuerzas, muy pocas veces
llegaron a la final del torneo por equipos (cuando eran seis), y lo hacen
ahora, y para colmo, con los refuerzos recibidos, parecen el equipo a vencer.
Al menos a mí no me parece un premio justo para quienes más figuras han
promovido a nuestras escuadras nacionales.
En fin, me parece que la selección de cada
púgil para cada combate será lo primordial, y quien mejor mueva sus piezas debe
llevarse el gato al agua. Quizás de puedan ver esperados
duelos como el de Andy Cruz-Robeisy Ramírez, pero como cada entrenador podrá
depender una sola vez de cada hombre, quizás apueste al seguro y no lo ponga
contra el mejor del contrario, si tiene otros pesos donde puede mandar. Creo
que entre pinareños y “villaclareños” está la cosa, pero si me ponen contra la
pared, me voy con los anfitriones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario