Maradona tiene para un libro. |
Por supuesto, no puedo reflejar muchas en estas líneas, en parte porque las utilizará en el futuro cuando me refiera a los mencionados en muchas de ellas, pero sí quería regalarles unas cuantas joyitas de este collar, utilizando las menos conocidas.
Por ejemplo, el exjugador y director técnico argentino Ángel Labruna escribió sobre el más universal de los deportes: “el juego más difícil del mundo, porque se hace con los pies obedeciendo a la cabeza (…) y miren la distancia que hay”. Genial, ¿verdad?
Lean esta otra, aportada con ironía por el extécnico búlgaro Bujadin Boskov, “es impredecible porque todos los partidos empiezan 0-0”, o esta del escritor y académico Javier Marias: “el fútbol es la recuperación semanal de la infancia”.
Estudiosos y filósofos lo han catalogado como “el único fenómeno social no impulsado por Estados Unidos” (Antoine Labbo, sociólogo francés), o “un reino de la lealtad humana ejercida al aire libre.” (Antonio Gramsci).
Alastair Reid, poeta y ensayista británico, tenía una fórmula para explicarle al más neófito: “si un Marciano preguntase qué es el fútbol, un vídeo del partido Brasil–Francia del Mundial de México lo convencería de que se trata de una elevada expresión artística.”
En tanto, el cineasta italiano Pier Paolo Passolini aseguró una vez que “el goleador de un campeonato es siempre el mejor poeta del año”.
Para cualquier futbolista, ganar la Copa del Mundo es lo máximo, “uno queda santificado, y la gente lo primero que hace es brindarte afecto”, dijo en este sentido el exdefensa argentino Daniel Passarella, único de su país que ha sido campeón mundial dos veces.
Pero cualquier compendio que se respete tiene que tener algo del más genial de los futbolistas que haya pisado este planeta, El Pelusa, y ahí sí hay para escoger. Maradona solito se llevaría un libro, o dos, una en las que elogia, y otro en las que ataca, aunque en los dos hable de las mismas personas, así es él. Pues bueno, como una probadita dejo nada más estas tres: “Jugar sin público es jugar adentro de un cementerio”, “llegar al área y no poder patear al arco es como bailar con tu hermana”, y “a Papá Noel le pediría que parara mi vida a los 25 años, para que pudiera jugar siempre a la pelota”, ah, si esto último hubiera sido posible…
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