A un mes de la inauguración de los XXII Juegos Centroamericanos y
del Caribe de Veracruz-2014, muchos en la calle se preguntan cuántas
preseas necesitará Cuba para recuperar el trono regional perdido tras la
ausencia a Mayagüez-2010.
Parece una pregunta capciosa si hubiese sido realizada 10 años
atrás, pero es la dura realidad del deporte cubano actual: ha bajado
mientras sus rivales del área han subido.
Si a esto se suma que los calendarios de justas regionales y continentales de “ajustan” a criterio de los organizadores, las cosas se complican. Desde Winnipeg-1999 vivimos la experiencia de que los anfitriones acomodan el programa de competencias a sus modalidades más fuertes, frisando la legalidad inherente a toda competición deportiva.
En la justa canadiense fueron muchas las preseas que dejaron de entregarse en deportes en los cuales Cuba era fuerte, se incluyeron modalidades afines a los de casa, y el resultado fue una estrecha porfía hasta el final.
La historia parece que se repetirá ahora en México, donde de entrada Cuba no disputará 107 de los 449 títulos en disputa. De más está decir que en la mayoría de estas lides con ausencia cubana es México el favorito para coronarse, por lo cual se presagia una ardua batalla presea por presea.
Quienes poseen buena memoria recordarán que en Cartagena de Indias-2006, la última incursión cubana en este tipo de lides, no fue hasta los últimos días que la mayor de las Antillas logró despegarse en el medallero general. Ahora la situación debe ser parecida.
Pero volviendo al pollo del arroz con pollo: ¿cuántos oros se necesitan? Pues bien, según lo sucedido en citas anteriores, el balance del Cuba-México en el Festival Deportivo Panamericano y las reales potencialidades de cada cual, la cifra debe andar por los 130 cetros.
Recientemente autoridades de casi todos los deportes hicieron un balance ante la prensa especializada, y aunque no todos pusieron números a sus palabras, el cálculo ronda esa cantidad de oros, porque con las adecuaciones al programa y el fiel respaldo de su público, México debe obtener cerca de 120 preseas doradas.
Como puede apreciarse, la diferencia debe ser muy pequeña, y por eso es imprescindible que no fallen los deportes de puntería: atletismo, judo, lucha, canotaje, remo, boxeo, taekwondo, tiro y pesas, todos responsabilizados de dar un buen aporte al medallero.
No obstante, al ser tan estrecha la supuesta ventaja, cada disciplina debe aportar lo suyo, aunque sea un solo oro, y además se poner bastante atención a cada duelo ante los mexicanos, porque a la postre pudiera decidir.
Si a esto se suma que los calendarios de justas regionales y continentales de “ajustan” a criterio de los organizadores, las cosas se complican. Desde Winnipeg-1999 vivimos la experiencia de que los anfitriones acomodan el programa de competencias a sus modalidades más fuertes, frisando la legalidad inherente a toda competición deportiva.
En la justa canadiense fueron muchas las preseas que dejaron de entregarse en deportes en los cuales Cuba era fuerte, se incluyeron modalidades afines a los de casa, y el resultado fue una estrecha porfía hasta el final.
La historia parece que se repetirá ahora en México, donde de entrada Cuba no disputará 107 de los 449 títulos en disputa. De más está decir que en la mayoría de estas lides con ausencia cubana es México el favorito para coronarse, por lo cual se presagia una ardua batalla presea por presea.
Quienes poseen buena memoria recordarán que en Cartagena de Indias-2006, la última incursión cubana en este tipo de lides, no fue hasta los últimos días que la mayor de las Antillas logró despegarse en el medallero general. Ahora la situación debe ser parecida.
Pero volviendo al pollo del arroz con pollo: ¿cuántos oros se necesitan? Pues bien, según lo sucedido en citas anteriores, el balance del Cuba-México en el Festival Deportivo Panamericano y las reales potencialidades de cada cual, la cifra debe andar por los 130 cetros.
Recientemente autoridades de casi todos los deportes hicieron un balance ante la prensa especializada, y aunque no todos pusieron números a sus palabras, el cálculo ronda esa cantidad de oros, porque con las adecuaciones al programa y el fiel respaldo de su público, México debe obtener cerca de 120 preseas doradas.
Como puede apreciarse, la diferencia debe ser muy pequeña, y por eso es imprescindible que no fallen los deportes de puntería: atletismo, judo, lucha, canotaje, remo, boxeo, taekwondo, tiro y pesas, todos responsabilizados de dar un buen aporte al medallero.
No obstante, al ser tan estrecha la supuesta ventaja, cada disciplina debe aportar lo suyo, aunque sea un solo oro, y además se poner bastante atención a cada duelo ante los mexicanos, porque a la postre pudiera decidir.
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