Por Lemay Padrón Oliveros
Para llegar a casa del
Gran Maestro cubano Leinier Domínguez no hace falta mucho protocolo. Al
intentar abrir la verja para llegar hasta su puerta me detuve pensando en si me
saldría a recibir uno de esos perros guardianes que abundan en la barriada
habanera de Fontanar, pero nada de eso, según él mismo me confesó luego, aunque
le gustan mucho los perros, se resiste a tener uno porque viaja habitualmente
con su esposa Yanelis y entonces tendría que buscar a alguien para que lo
alimente.
Al entrar a la casa, un
tablero con un juego de ajedrez hecho con piezas de cristal te recibe en medio
de una mesita de centro en la apretada sala, y ya te das cuenta de que no estás
en una casa común, sino en una especie de templo donde manda Caissa, la diosa
de las 64 casillas.
Sin embargo, el propio ídolo de Güines me aclaró que aunque la diosa de las 64
casillas ha marcado su vida, quien manda en su casa es Dios, toda una
declaración de principios de alguien que abrazó los evangelios desde bien
temprano.
Acomodados frente a frente,
comenzamos el diálogo entre dos coterráneos que se ven bien poco, pero como
siempre el terruño hala, conversan naturalmente, como si no se tratara de una
entrevista, y hasta bromas surgen por el camino.
A ratos se oyen al fondo los
reclamos de Sebastián, el más preciado regalo que le hizo la vida. “En realidad
me deja descansar, es bastante
tranquilo. A los dos nos gustaba el nombre, nada que ver con el ajedrez, es un
nombre clásico”, me cuenta sobre su primogénito, que ya está por cumplir su
tercer año.
¿Te despiertas a veces por las noches pensando en jugadas?
“Sí me ha pasado, no con
frecuencia, pero sí me ocurre. Paso mucho tiempo pensando en el ajedrez, aunque
no esté directamente estudiando. Cuando lo disfrutas tanto y puedes tener las
posiciones en la mente, no es complejo hacerlo aunque estés realizando otra
actividad.”
Entonces, ¿el ajedrez siempre está contigo?
“Trato de no llevar el
ajedrez todo el tiempo, pero es difícil para quien le gusta y lleva toda la
vida en esto no estar pensando casi todo el tiempo en él, y te sorprendes
analizando una posición en la que tienes alguna duda o una idea incesante,
trabajas en ella inconscientemente. Siempre llevo mi laptop conmigo y algo de
ajedrez se hace aunque esté de vacaciones. No voy a estudiar a las vacaciones,
pero siempre veo algo, aunque me cueste regaños de la familia.”
Hablando de la familia, ¿esa mente privilegiada te ayuda en las labores
domésticas?
“No es tan privilegiada en
ese sentido, tengo mucho que mejorar en ese otro ajedrez. Mi esposa te podría
dar una disertación, soy un poco torpe para las labores de la casa, pero me
esfuerzo e intento mejorar. El otro día salí a buscar algo con un cubo y
regresé sin la tapa, por ejemplo.”
¿Cómo encontrar el balance entre vida y ajedrez?
“He tratado siempre de ir
al límite en el ajedrez, ser ambicioso en el sentido deportivo, tratar de
explotar mi mayor potencial, pero igualmente trato de llevar una vida
balanceada, dedicarle tiempo a la familia, y ser más equilibrado en cuanto a la
vida. En los últimos tiempos he ido más por esa vía y no tanto dedicar 10 o 12
horas al entrenamiento, es como lo he visto últimamente.”
Se sabe que el ajedrez es un deporte duro, y hay hasta leyendas de
jugadores con mal carácter, etc…
“No creo que me pase a mí,
aunque conozco los casos. Por eso me gusta llevar una vida lo más equilibrada
posible, y por eso no le dedico tantas horas al ajedrez. Siempre voy a jugar,
aunque mis resultados mejores dejen de llegar, porque disfruto prepararme y
jugar, creo que voy a jugar todavía por mucho tiempo.”
¿Es mejor participar
en bastantes torneos o dedicarse a la preparación?
“Eso es algo en lo que siempre trabajas y nunca llegas a
estar seguro de cuál es la dosis correcta. A veces pensé que jugaba muy poco, y
en otras ocasiones noté que se me iba de la mano y entonces jugué menos, por
eso trato de encontrar el balance adecuado.”
¿Cómo escoges si respondes o no a una invitación?
“Siempre depende del calendario
de torneos para dosificar torneos y entrenamiento. No rechazo casi ninguno, más bien la tónica
general es buscar la mayor cantidad de opciones. Cuando llegué a estar entre
los 10 primeros sí me llegaron más invitaciones y no podía cumplir con todas,
pero por lo general puedo manejarlo todo bastante bien.”
¿Lugares que nunca rechazarías, o donde te has sentido mejor?
“Me gusta mucho España,
desde la primera vez que fui en 1996. Tenía desde entonces un buen movimiento
de ajedrez, y quizás también por el idioma tenía mayor afinidad con las
personas, por eso siempre disfruté mucho ir. Otros lugares interesantes son
Rusia en sentido general, porque es donde más he visto que el ajedrez la gente
lo lleva y lo admira, y los aficionados conocen muchísimo de ajedrez, quizás
por toda la tradición que tienen, el público tiene en gran estima a los Grandes
Maestros. Creo que allí el conocimiento general del ajedrez está un poco por
encima de los demás lugares, en un país eminentemente de ajedrez. En Cuba en
general vi eso también, no al mismo nivel, pero el ambiente de la afición fue
siempre muy bueno, en Santa Clara, por ejemplo, donde más torneos jugué.
Igualmente en La Habana,
Holguín, Las Tunas, Matanzas, se respiró el ambiente positivo de la afición.”
Adonde no faltas
últimamente es a los torneos de clubes…
“Siempre disfruto mucho los torneos por equipos, porque se
comentan las partidas de todos. En vivo uno tiene ideas sobre las partidas de
los compañeros y aunque en medio del torneo no se puede comentar, luego se
intercambia y uno aprende, sobre todo cuando es un torneo de alto nivel. En
esos donde yo participo están jugadores de la elite, tanto en Rusia como en
España, y ese ambiente de analizar antes y después de las partidas siempre lo
he visto muy provechoso. Estos tres años me han enseñado mucho, y también
cuando estoy con Cuba, que son más especiales, porque lo damos todo por un buen
resultado, y es algo que no tienen los torneos por equipos.
¿Se hablan en ruso?
“Conmigo en inglés, me gustaría mucho saber ruso pero no he
podido aprender. Mi esposa es graduada de lengua rusa y he intentado aprender
un poco pero no he tenido el tiempo para dedicarle. Me sería muy útil porque
las reuniones antes y después son en ruso.”
¿Puedes poner en
riesgo tu actuación individual por el grupo?
“Puede pasar, el resultado del equipo está por encima de uno
individual. Si en un momento determinado el equipo necesita que tú asegures el
match con medio punto, aunque tú sientas que puedes ganar la posición, uno debe
poner siempre por delante el interés del equipo, salvo el caso extremo en que
sea una posición totalmente ganada.”
¿Cuáles son las
características de esos contratos?
“Inicialmente era para jugar la Liga rusa, pero ese torneo da
clasificación al Campeonato Europeo, y el Europeo al Mundial. Si se pasa sigo
con ellos hasta donde lleguen. En algún momento han chocado los intereses entre
los clubes de España y Rusia, pero mi prioridad es el San Petersburgo. El de
España generalmente no participa en el Europeo, ni aunque clasifique, por otras
razones, y no me crea conflictos por lo general. También en España no ha sido
tan constantes como en Rusia, que nunca he faltado desde que empezamos el
vínculo, es más estable y por eso le doy prioridad.”
Otra experiencia
interesante fuera de Cuba fue cuando integraste el equipo asesor del GM húngaro
Peter Leko…
“Fue muy provechoso, aprendí mucho sobre cómo entrenar y
prepararme. He intentado otras variantes y se han hecho proyectos interesantes.
Me ayudan acá en Cuba, como ocurrió hace poco antes de participar en la Copa de Bakú, que varios
Grandes Maestros de Cuba nos reunimos, con la mira fundamental en la
participación mía y de (Lázaro) Bruzón en la Copa, y aunque les sirve a todos nos tratan de
ayudar. Quizás no es todo lo profesional que debiera ser, pero se hace el
esfuerzo.”
¿Es muy caro hacerte de un equipo así?
“No me he sentado con un
lápiz a sacar números, pero es bien costoso el andamiaje que acompaña a un
ajedrecista cuando pretende ser campeón mundial. En mi caso se ha hablado
también de vivir fuera y pudiera ser, pero no se me ha dado la posibilidad
porque es complicado, lleva muchas cosas. También se pudiera hacer desde aquí,
no necesariamente hay que vivir fuera, pero sobre todo es el tema económico, es
complicado tener un entrenador de primera línea, o un equipo de analistas que
te ayuden. Creo que no lo pueden hacer todos tampoco, quizás quienes se
encuentran hoy entre los 10 primeros del mundo pueden hoy mismo o pudieron en
algún momento contar con ese apoyo, pero es difícil, no solo para mí, sino para
la gran mayoría de los ajedrecistas. Me gustaría, pero es difícil.”
¿Qué importancia le das a la preparación física?
“El deporte en general me
gusta más de lo que lo practico, me gusta seguir los torneos de tenis, hace un tiempo
que no juego. En general me sienta bien hacer deportes, porque noto que es
importante para los torneos. Cuando uno está mejor físicamente, en general
juega mejor, y eso es algo que últimamente me ha faltado un poco. La he
descuidado y quiero retomar en serio la preparación física, porque creo que
ayuda mucho en el ajedrez.”
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