Por
Lemay Padrón Oliveros
Desde que sigo con asiduidad el béisbol cubano, he podido apreciar la
validez de una máxima no escrita en blanco y negro, pero más grande que
un templo: los play offs son otra cosa.
Si usted es mánager, intentará inculcarle a sus jugadores noveles
otras ideas: el juego sigue siendo a nueve innings, sigue siendo de 90
pies la distancia entre bases, sobre el terreno gana el que mejor lo
hace, etc. Pero en el fondo, todos saben que se habla de algo distinto.
Por eso los equipos dependen casi exclusivamente de hombres con
experiencia, tanto al campo como en la lomita, y muy pocos se arriesgan
con los menos curtidos.
Lázaro Vargas y su cuerpo de dirección tienen otra cosa en mente, y
el tiro les ha salido por la culata. Primero fue en el sexto partido
contra Matanzas y ahora en el segundo contra Ciego, al apelar al novato
Adrián Sosa, en ambos casos con resultados nefastos.
Es cierto que otros equipos apelaron a novatos en sus postemporadas,
como Las Tunas (Darién Núñez y Carlos Juan Viera) y Granma (Asiel Diez),
pero Núñez lanzó 83.1 innings con efectividad de 3.44 y Viera en 78.1
con 4.83, y el granmense había laborado durante 93.1, con 2.99 de
promedio de carreras limpias.
¿Qué cuánto lanzó Sosa? Tanto como 7.1 entradas. Aunque se posea el
mayor talento del mundo, nada más que chocar de los juveniles con la
categoría mayor es un reto grande, que se torna mayúsculo si se trata de
una postemporada.
El alto mando Azul ha dicho que están pensando en el futuro, pero
este no es momento para probar novatos, porque se decide el destino de
toda una temporada.
En la historia han existido casos de novatos que dan la talla en play
offs, el propio Carlos Tabares, para no ir muy lejos, pero ese es menos
del uno por ciento, no de los noveles incluidos en nóminas de
postemporada, me atrevería a decir que incluso tomando en cuenta
solamente aquellos con acción en esas instancias.
La dirección industrialista ha sido bastante reacia a los cambios,
sobre todo en la rotación de pitcheo (ahora mismo Vargas dijo que no
pondrá a Odrisamer Despaigne en el primer encuentro en Ciego, cuando
está obligado a ganar, ni tampoco hará cambios en la alineación, léase
Yoandry Urgellés por Yasmany Tomás), pero las circunstancias a veces
obligan a no ser tan tozudo. Veremos cómo le salen las cosas.
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