Por
Lemay Padrón Oliveros
Veracruz.-
Desde la pequeña localidad mayabequense de Güines llegó la gran sorpresa
del judo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz-2014.
Se trata de Janier Peña, de 25 años, quien se coronó en la división de60 kilogramos al
triunfar en la final contra el dominicano Abel Montero, a quien le propinó
ippón.
Fue un combate bueno, ante un rival que ya conocía porque contra él gané bronce este año en el panamericano de Ecuador. Estuve muy activo, muy bien preparado, señaló.
Con sangramiento en una de sus fosas nasales como resultado del forcejeo en el colchón, Peña reconoció que debió activarse un poco más a menudo que avanzaba el combate, porque la ventaja era estrecha.
Parece una medalla fácil, pero es cada cuatro años, un cuatrienio completo de sufrir en los entrenamientos y con las lesiones, manifestó.
Su caso fue atípico, porque por respeto a la calidad de los oponentes el colectivo técnico no le daba muchas opciones de finalizar en el primer puesto.
Soñaba con la medalla de oro, y fue mejor que esperaran bronce, porque así superé las expectativas y me siento más feliz. Creo que con estas medallas el equipo se motiva porque era precisamente las dos divisiones de hoy las que habían pronosticado con bronce, consideró.
En esta ocasión, el caribeño evitó enfrentar a los hombres supuestamente favoritos del peso, el mexicano Nabor Castillo y el venezolano Javier Guedez, pero probablemente los encuentre en la competición por equipos.
Igual saldremos a darlo todo, seguro estaré mejor porque tengo la motivación de esta medalla, que se la dedico a mis padres, mis hijos, y al barrio en la calle Reina, concluyó.
Se trata de Janier Peña, de 25 años, quien se coronó en la división de
Fue un combate bueno, ante un rival que ya conocía porque contra él gané bronce este año en el panamericano de Ecuador. Estuve muy activo, muy bien preparado, señaló.
Con sangramiento en una de sus fosas nasales como resultado del forcejeo en el colchón, Peña reconoció que debió activarse un poco más a menudo que avanzaba el combate, porque la ventaja era estrecha.
Parece una medalla fácil, pero es cada cuatro años, un cuatrienio completo de sufrir en los entrenamientos y con las lesiones, manifestó.
Su caso fue atípico, porque por respeto a la calidad de los oponentes el colectivo técnico no le daba muchas opciones de finalizar en el primer puesto.
Soñaba con la medalla de oro, y fue mejor que esperaran bronce, porque así superé las expectativas y me siento más feliz. Creo que con estas medallas el equipo se motiva porque era precisamente las dos divisiones de hoy las que habían pronosticado con bronce, consideró.
En esta ocasión, el caribeño evitó enfrentar a los hombres supuestamente favoritos del peso, el mexicano Nabor Castillo y el venezolano Javier Guedez, pero probablemente los encuentre en la competición por equipos.
Igual saldremos a darlo todo, seguro estaré mejor porque tengo la motivación de esta medalla, que se la dedico a mis padres, mis hijos, y al barrio en la calle Reina, concluyó.
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