Por Lemay Padrón Oliveros
Hacía días que estaba por abordar este tema, que no es nuevo, pero ha ganado fuerza en los últimos tiempos: la especialización arbitral, específicamente en el béisbol.
Para nadie es un secreto que actualmente la especialización es la corriente reinante en prácticamente todas las ramas del saber, el conocimiento técnico y hasta los trabajos más prácticos. Por eso no es descabellado pensar en especializar a nuestros árbitros de béisbol.
Es evidente que no es lo mismo, y por ende no se necesitan las mismas habilidades, para impartir justicia detrás del plato, en la primera almohadilla, en el resto de las bases o en los jardines.
Esa razón es un primer punto para estar a favor de los especialistas, quienes con el paso del tiempo tomarían una pericia sin igual en la posición en la cual decidan o sean colocados, y esto supuestamente debe redundar en un menor número de equivocaciones.
Aunque subyacen errores, en el fútbol indudablemente subió el nivel arbitral cuando se implantó el sistema de ternas, con dos auxiliares y un principal, dedicados exclusivamente a sus respectivas funciones, aunque cuando es necesario también alternan.
Hasta donde tengo noticias, en ninguna Liga de béisbol se aplica este novedoso sistema, que quizás implique remunerar de manera distinta en dependencia de la posición en la cual esté el hombre de negro, pues no es lo mismo home y primera que el resto de las bases o los bosques, cuando se utilizan.
En contra pudiera alegarse que nadie querría dedicarse a los puntos con menos acción, más aún si de eso depende su sustento, pero podría tomarse como una especie de escalafón, donde cada especialista puede aspirar a ir subiendo su nivel en dependencia de sus actuaciones.
Por supuesto, yo voto a favor de que sigan dominando el ABC en todas las posiciones para poder adaptarse en un momento a una situación excepcional, reitero, excepcional; pero me parece adecuado fomentar la especialización, para ver si de una vez por todas unificamos criterios en cuanto a la zona de strike, por poner solamente un ejemplo. ¿A usted qué le parece?
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