Por Lemay
Padrón Oliveros
Quienes
consideren que Lionel Messi necesita ganar un Mundial para ser considerado el
mejor futbolista de la historia seguirán muy de cerca todo lo que acontezca en
Brasil-2014, porque en su tercera incursión en una cita del orbe, el delantero
argentino parece estar en la edad ideal.
Dentro de
unos días el cuatro veces ganador del Balón de Oro cumplirá 27 años, y para
Rusia-2018, además de 31 abriles, tendría en contra el clima frío de la nación
europea, por lo que todo parece indicar que el escenario ideal para brillar es la Copa brasileña.
Sin
embargo, llegará al certamen luego de atravesar su peor año, más por cuestiones
extrafutbolísticas, y tendrá en suelo auriverderde otra gran oportunidad para
hacer historia. Aclaro, fue el peor año de su super exitosa carrera, pero para
cualquier otro futbolista marcar 41 goles en 46 partidos con su club sumando todas
las competiciones sería extraordinario.
De sus
piernas depende mucho hasta dónde caminará Argentina, pero nadie duda que
avanzará como líder del grupo F, que comparte con Bosnia-Herzegovina, Irán y
Nigeria. El team-work alcanzado por el técnico Alejandro Sabella tiene que
salir a relucir en el Mundial, donde los albicelestes deben avanzar bastante.
Quién lo
acompañará a la segunda fase, ya es harina de otro costal, porque a los iraníes
se les dan muy pocas opciones, pero nigerianos y bosnios tienen material como
para acceder a los octavos de final.
Los
africanos no son ya aquella selección que sorprendía y encantaba en los años 90
del pasado siglo, pero siempre cuentan con futbolistas talentosos como los
volantes John Obi Mikel y Victor Moses, que le pueden complicar la vida a
cualquiera. Su Talón de Aquiles de siempre, la defensa, volverá a resultar
vital en sus aspiraciones de no regresar a casa demasiado temprano.
Al menos
en el papel, me parece que Bosnia tiene mejor plantilla para aspirar a jugar el
30 de junio. Con defensas como Spahic y Kolasinac, mediocampistas como Pjanic,
Salihovic y Lulic, y, sobre todo, arietes letales como Dzeko e Ivisevic, los
europeos pueden soñar con más, siempre que logren adaptarse bien al calor de
Suramérica, aspecto en el cual llevan ventaja los africanos.
La fecha
del 21 de junio en la Arena Pantanal
debe estar marcada en rojo en los calendarios de ambos técnicos, pues seguir o
marcharse de Brasil se definirá seguramente ese día, cuando bosnios y
nigerianos se vean las caras. Para
Irán, una vez más, gracias por participar.
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