La consecuencia fue compartir grupo con la potente Alemania y los peligrosos Ghana y Estados Unidos, en lo que constituye uno de los Grupos de la Muerte del certamen planetario.
Nadie duda por un momento que los germanos avanzarán a la siguiente ronda. La aplanadora teutona está incluso para levantar la Copa el venidero 12 de julio, con uno de los mejores mediocampos del mundo y excelentes efectivos en todas las líneas, pero su acompañante genera dudas.
Los lusos tienen una muy buena selección, pero dependen demasiado de Cristiano Ronaldo, y todavía el ganador del más reciente Balón de Oro no ha explotado al máximo todo su potencial con la camiseta nacional en grandes citas. Muy buena defensa y jugadores habilidosos como Silvestre Varela serán claves para distraer a las defensas rivales y abrirle espacio al goleador del Real Madrid.
Ghana siempre es una incógnita. Individualmente no es segunda de nadie, sobre todo desde el punto de vista ofensivo, pero su fragilidad defensiva le ha costado no pocos partidos. La brillante demostración realizada en la fase clasificatoria queda demasiado lejos en el tiempo y los más recientes amistosos no han sido contundentes.
Por último, Estados Unidos es un equipo muy ordenado, que se ha convertido por esfuerzo propio en el más grande de la región Norte, Centroamericana y del Caribe, pero este Mundial pudiera quedarle grande. De cualquier manera, tienen con los lusos una cuenta pendiente, pues en Surcorea/Japón-2002 mandaron de vuelta a casa a las primeras de cambio a la generación de oro del fútbol portugués, la de los Figo, Rui Costa, Fernando Couto, Paulo Bento y Abel Xavier.
A mi modo de ver, todos deben cuidarse ante Alemania e intentar hacer el mayor daño posible en los otros dos encuentros. Aquí el más favorecido es Portugal, porque abre precisamente contra la armada teutona y sabrá para su siguiente encuentro quién es el rival más peligroso, salvo que se dé una igualada entre africanos y norteamericanos, poco provechosa para ambos.
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