Antes del comienzo del evento, en noviembre del pasado año, había dudas con respecto al desempeño de los caribeños, porque debutarían en un nuevo tipo de boxeo, de carácter semiprofesional, sin cabecera ni camiseta, y con cinco asaltos en lugar de los tres habituales.
Todas las incertidumbres fueron quedando atrás una por una, al paso arrollador de los Domadores, que ganaron todos sus duelos de la fase preliminar salvo el último, como visitantes ante Rusia, ya cuando tenían asegurado el boleto a la siguiente instancia.
En total fueron nueve topes ganados de 10 disputados, con balance de 41 victorias y solamente nueve derrotas, la mayoría en los hombros de los más inexpertos de la escuadra.
Llegaron los cuartos de final y un duelo contra Estados Unidos saldado con ocho triunfos y dos reveses, al igual que la semifinal, una revancha contra Rusia.
EL DUELO DECISIVO
La final deparaba el duelo contra Bakú Fires de Azerbaiyán, también revancha de la fase preliminar porque los europeos estaban en el mismo grupo con los cubanos y les habían ganado cuatro peleas, la mayor cantidad tolerada por los Domadores a cualquier rival.
El duelo, celebrado en la capital azerí, tuvo sus momentos polémicos con el arbitraje en algunos combates, pero en definitivo se saldó con el triunfo de Cuba 6-5, gracias al éxito en la pelea extra de Arisnoydis Despaigne sobre Yauheni Ramashkevich en 69 kilogramos.
Despaigne, subcampeón mundial del pasado año en Almaty, Kazajstán, sentó cátedra del primer al último asalto para dejar sin opciones a Ramashkevich, quien ya había perdido en su visita a La Habana en la fase preliminar, unas semanas antes.
Muy importante resultó la victoria conseguida en la velada sabatina por el jovencito Arlen López (75 kg), quien no estaba en los pronósticos como favorito ante Khaybula Musalov, pero el joven pugilista dictó otra cosa sobre el ring del Complejo Deportivo Sarhadchi.
Cambiando la guardia constantemente de zurda a derecha, desconcertó por completo a Musalov y de hecho se ha ganado seguramente el puesto para futuras competiciones internacionales pese a llegar como invitado de última hora.
De esta manera no fue catastrófica la derrota del medallista mundial y olímpico Yasnier Toledo (64 kg), que se contaba como victoria, ni tampoco la del doble campeón mundial Lázaro Álvarez (56 kg) al día siguiente, en ambos casos con decisiones arbitrales discutibles.
Los demás considerados favoritos para imponerse cumplieron con lo esperado, al triunfar Yosbany Veitía (49), Erislandy Savón (91), Roniel Iglesias (69) y Julio César La Cruz (81), para garantizar el trofeo en el mismo año del debut de los cubanos.
PROTAGONISTAS Y PERSPECTIVAS
Vale destacar a Veitía, Savón e Iglesias, líderes invictos de sus respectivas categorías en el ranking de la Serie Mundial, los dos primeros con más de mil 170 puntos.
Pero en sentido general, todos los miembros de la escuadra merecen reconocimiento, pues cada cual aportó su granito de arena, incluyendo a entrenadores y directivos, o hasta boxeadores que no ganaron, pero contribuyeron en los entrenamientos a la mejoría de sus compatriotas.
Para la venidera versión ya se habla de ampliar el número de franquicias a 15 y cambiar el formato de competencia, en un momento especial porque se entregarán los primeros boletos para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.
Todavía falta para tener más claro el futuro, al menos hasta el próximo 16 de julio en Estambul, cuando se celebrará el sorteo de la venidera temporada, pero una cosa es clara: ahora el equipo a derrotar son los Domadores de Cuba.
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