Por Lemay Padrón Oliveros
Ver ganar
a Cuba algo importante en fútbol es algo así como el reencuentro artístico y
fecundo entre Bjork y Lars Von Trier. O sea, prácticamente imposible.
Por eso
es para festejar en grande el paso que acaba de dar la selección cubana de la
categoría sub-20, al conquistar su boleto al Campeonato Mundial de Turquía-2013,
luego de derrotar dos goles por uno a Costa Rica.
Se
trataba de la prueba de fuego del conjunto caribeño, que ya había mostrado grandes
posibilidades de avanzar en la primera ronda, sobre todo tras derrotar a
Canadá, uno de los grandes del área en estas edades.
Sin
embargo, muchos miraban con escepticismo este duelo, ante otra de las potencias
de Centroamérica, pero en definitiva el conjunto antillano supo hacer valer su
mejor juego.
Dos
tantos del volante Aricheel Hernández (minutos 13 y 80) dieron a la mayor de
las Antillas el triunfo en cuartos de final del premundial con sede en la
ciudad mexicana de Puebla, y uno de los cuatro boletos al certamen del orbe,
previsto del 21 de junio al 13 de julio venideros.
Para esa
justa, que verá acción en siete ciudades de la nación europea con la presencia
de 24 equipos, ya están asegurados los de Croacia, Inglaterra, Francia, Grecia,
España y Portugal por Europa, además de Turquía en calidad de sede.
La única
participación Cuba en una lid balompédica del orbe ocurrió en la III edición, que tuvo por sede
a Francia en 1938.
La
selección cubana asistió como invitada y debutó con empate a tres goles con su
similar de Rumanía, a la que luego venció 2-1 en partido de desempate, antes de
caer en cuartos de final ante Suecia por contundente goleada de 0-8.
Desde
entonces, Cuba nunca más ha participado en un Mundial absoluto, aunque sí disputó los sub-17 de
Escocia-1989 e Italia-1991.
Tuve que
convencer a los jugadores de que sí se puede, y que deben respetar a los demás
equipos, pero sin temer a nadie, declaró tras concluir el histórico choque el
director técnico de los caribeños, Raúl González.
Algunos se
pregunten ahora cómo es posible que el mismo técnico que cosechó los peores
resultados de Cuba en los últimos años en las categorías mayores ahora logra
una hazaña como esta.
Se sabe
que a este nivel todavía la profesionalización no ha marcado las grandes
diferencias entre los futbolistas cubanos y el resto, pero eso no parece
argumento suficiente. Desde hace más de dos décadas otros equipos similares lo
han intentado y han quedado en el camino. Además, se trata de la categoría más
experta entre las menores, donde ya muchos de los involucrados juegan en
planteles rentados de sus respetivas Ligas domésticas.
No se
puede negar que detrás de esto está una muy buena generación de jugadores, pero
también la mano del técnico, por eso quizá estamos en presencia del clásico
entrenador de categorías menores.
Desde el
argentino José Pekerman (quien ahora intenta redimirse con Colombia, y va bien)
al mexicano Jesús Ramírez, a través de los años ha habido muchos preparadores
capaces de cosechar grandes resultados con muchachos jóvenes, pero no así
cuando asumen las riendas de los equipos de mayores.
Probablemente
estemos en ese caso, y sería bueno no cometer el error de volverlo a colocar al
frente del combinado elite, sino sacarle el máximo jugo en estas categorías. Pero
bueno, ya habrá tiempo para pensar en eso, ahora lo mejor es celebrar, y en
grande, que Cuba al fin regresa a un Mundial de fútbol, al menos sub-20.
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