Por Lemay
Padrón Oliveros
Tan
contundente como esperaban sus seguidores ha sido la actuación de Capitalinos
en su semifinal de la Liga Superior
de Baloncesto (LSB) ante Santiago de Cuba.
Barrida
en tres encuentros quizás fue algo muy duro para los impetuosos santiagueros,
pero no menos esperaban los seguidores de La Habana luego del inesperado fracaso de la campaña
anterior en esta instancia frente a Camagüey, cuando eran ellos los favoritos.
Esta vez
los discípulos de Miguelito Calderón (guiados en la cancha por Ernesto “El Oso”
Williams ante la enfermedad del avezado técnico) no dieron lugar a dudas y
fueron superiores en todos los órdenes a sus rivales de turno.
Como se
esperaba, la más profunda banca de los citadinos fue desgastando a las
principales figuras del quinteto oriental, que mantuvo el juego cerrado casi
siempre hasta el tercer cuarto, pero a la larga el agotamiento hacía mella en
ellos y eran arrollados por jugadores más frescos.
En este
sentido, El Oso fue muy acertado a la hora de rotar a todos sus hombres, y
tendrá su prueba de fuego en la final, porque el oponente será mucho más
exigente.
Luego de
imponerse en los dos choques como visitantes en la Sala Polivalente Alejandro Urgellés,
ya era muy improbable que los santiagueros lograran la remontada como
visitantes en la Ramón Fonst,
donde el conjunto capitalino brilló en todos los órdenes, e incluso regaló
varias jugadas espectaculares para enamorar a su afición.
Vale
destacar que en los tres juegos de esta subserie se vio muy bien el trabajo de
los árbitros, que salvo momentos puntuales estuvo muy acertado y vale la pena
felicitarlos, pese a aquel viejo adagio donde se señala como el mejor premio no
hablar de ellos.
Para los
indómitos, que mostraron destellos y algunos talentos a seguir como el joven pivot Javier Jústiz, de 2.04 metros de estatura, haber llegado a esta
instancia ya era de por sí un gran logro, y el hecho de haberle dado guerra a
los Azules debe constituir un buen acicate para la siguiente temporada.
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