Fútbol cubano también estrena estructura

Por Lemay Padrón Oliveros

Parece que es la moda en el deporte cubano, porque prácticamente todas las disciplinas colectivas han modificado sus principales certámenes en menos de 12 meses. Ahora le llega el turno al fútbol, aunque aquí quizás encontramos precisamente al deporte que más ha innovado si de Campeonato Nacional se trata.

De hecho, es el más antiguo de Cuba, cerca de cumplir sus primeros 100 años, y los cambios en su formato deben rondar los 40. Algunos forzados por las estrecheses económicas, otros por la necesidad de foguear a todo el mundo o para aumentar calidad y rivalidad.

Lo cierto es que la cuenta se pierde en el tiempo y, en honor a la verdad, los resultados, tanto en apoyo del público como en resultados internacionales, no muestran grandes cambios. El favor del respetable sigue siendo más o menos el mismo, porque la familia del fútbol venera al más universal sin importarle mucho cómo lo pinten, y de los resultados internacionales…para qué hablar.

Pues bien, ahora se anuncia un formato de dos torneos (Apertura y Clausura), el segundo consecuencia del primero, porque a él avanzan los ocho mejores. Por cierto, no le encuentro lógica a llamarle torneo a un certamen que no va a arrojar un campeón, más bien se trata de una fase clasificatoria, pero en fin, eso no es lo más relevante.

La fórmula parece acertada, con 16 equipos repartidos en cuatro grupos, de los cuales los dos mejores avanzan a la siguiente instancia, donde volverán a enfrentarse en partidos de ida y vuelta, y los cuatro mejor ubicados disputarán las preseas. Aquí el método es el mismo de años anteriores: primero contra cuarto y segundo contra tercero en choques de ida y vuelta, y luego los ganadores por idéntica fórmula definirán el título de Cuba.

Para el llamado Clausura habría refuerzos en las nóminas, de acuerdo con los intereses de la Comisión Nacional y los directores de equipos. A propósito, una buena medida es que cada nómina al comienzo del campeonato debe tener al menos tres futbolistas de categorías inferiores.

Cualquier parecido con la Serie Nacional de béisbol no es coincidencia, ojalá sirva esto para elevar el techo de nuestro fútbol.