Nacido hace 37 años en Güines, hoy Mayabeque, Fundora mostró credenciales desde bien temprano en el arte de las llaves y los agarres, aunque demoró bastante en ratificar esas condiciones al máximo nivel.
Durante buena parte de su carrera estuvo a la sombra de otros gladiadores. Cuando militaba en la división de 68 kilogramos fue el matancero Yosmany Sánchez quien lo superaba en competiciones domésticas, situación que se repitió cuando se le añadió al peso un kilogramo más para el cuatrienio 1996-2000.
Con la llegada del nuevo siglo cambió de nuevo el rasero y se eliminó esa categoría, pues de 66 saltó hasta los 74 kilos, y allí fue donde Fundora cosechó todos sus grandes éxitos.
Tampoco le fue fácil, porque reinaba en el peso Daniel González, pero en una emocionante eliminatoria efectuada en el colchón del Centro de Alto Rendimiento Cerro Pelado le ganó dos veces, y así logró incluirse en el equipo a los Juegos Olímpicos de Atenas-2004.
Fue su mejor momento, porque allí de ser un desconocido pasó a regresar con la medalla de bronce, y desde entonces se hizo dueño de ese peso, basándose en su gran agresividad y velocidad en el colchón. De ahí en adelante llegó el bronce en el Mundial de Bakú-2007, y los nueve oros en Campeonatos Panamericanos de la disciplina, además del correspondiente a la cita continental de Río de Janeiro-2007, y el cetro en la Copa del Mundo de Tashkent-2005.
Regresó a las citas estivales en Beijing-2008, y allí estuvo a punto de repetir el tercer puesto, pero cayó en la discusión del mismo. Ya con más de 30 años comenzaron a hacérsele más duros los entrenamientos y poco a poco fue cediendo su espacio, hasta que se retiró definitivamente en 2011.
Desde entonces ha estado cumpliendo con un riguroso plan de desentrenamiento, aunque sin faltar a las competiciones de su amado deporte como un aficionado más.
Este sábado será el momento ideal para rendirle un sencillo homenaje con una buena presencia en la Ciudad Deportiva capitalina, lo mínimo que se merece un atleta capaz de alcanzar importantes logros básicamente gracias a su tenacidad, constancia y sacrificio en los entrenamientos.
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