Por Lemay Padrón Oliveros
Los dos
equipos más laureados en la historia de la Liga Superior de Baloncesto
(LSB) animarán desde este jueves la gran final de la edición 2012-2013, como
colofón ideal para el certamen.
Ciego de
Ávila y Capitalinos, campeones en seis ocasiones cada uno, definirán durante
alrededor de una semana cuál de los dos se queda con la mayor cantidad de
cetros, en un duelo ya con sabor a clásico del básquet cubano por lo sucedido
en la última década.
Sin
embargo, esta vez los avileños no parten con tanto favoritismo como en años
anteriores, a juzgar por la forma exhibida durante su semifinal contra
Camagüey, y por el dominio de los citadinos en la serie bilateral durante la
etapa clasificatoria (3-1).
No
obstante, los Búfalos siguen demostrando que son un conjunto maduro y
batallador, y no se les puede dar ni un resquicio. Honestamente, yo pensé que
con la salida de Michael Guerra y Geoffrey Silvestre se acabaría el predominio
de los de la tierra de la piña, pero estaba bien lejos de la verdad. Ciego
demostró que son mucho más que una combinación de figuras, y como un verdadero
plantel mantuvo el dominio a nivel doméstico.
Es más,
con el cambio de técnicos casi de un año a otro demostraron también que
prácticamente se dirigen solos, y de eso solamente pueden presumir las grandes
dinastías del deporte mundial, salvando las enormes distancias.
Los avileños
tienen como gran preocupación la puesta a punto física de su líder Joan Luis
Haití, quien se vio muy disminuido en la semifinal por un esguince de tobillo.
Si Haití vuelve a estar medianamente saludable, no hay nada seguro para los
habaneros.
En la banda
contraria se encuentra el combinado con la banca más profunda, al que no le
interesa no tener lideratos individuales porque su obsesión es la victoria, y
esta llega con la aportación colectiva.
Ante
Santiago de Cuba la subserie no fue demasiado exigente, pero esto es otra cosa.
En la Ramón Fonst
los anfitriones tienen que buscar la barrida para no “cuquear” demasiado a la
enardecida afición de la Cardín
avileña, cuartel general de los Búfalos.
Para el
colectivo técnico del emergente Ernesto “El Oso” Williams será esta la
verdadera prueba de fuego, cuando en realidad tendrá que poner en práctica toda
su experiencia para mover las piezas de la manera más adecuada. Ciego puede no
estar en su mejor momento, pero pueden apostar que, si le toca perder, venderá el
pellejo bien caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario