Por
Lemay Padrón Oliveros
Conocidos
ya los cuatro semifinalistas, con la sorpresa para algunos de Santiago
de Cuba en este cuarteto, este sábado arrancan las semifinales de la Liga
Superior de Baloncesto (LSB).
En
uno de los torneos peor organizados de su historia (cambios de
horarios, suspensiones de desafíos, todavía las estadísticas finales no
están colocadas en el sitio web oficial del evento, etc.) un histórico
como Santiago volvió a colarse entre los cuatro grandes en detrimento de
Matanzas.
A
los yumurinos pareció no afectarles demasiado en los comienzos la
ausencia por primera vez en más de una década de su estrella Allen
Jemmot, pero a la larga sí les pasó factura la necesidad de una máquina
de anotar como era su alero regular, mientras que los indómitos supieron
sacar el extra de campeones al final, cuando casi expiraba el plazo
para clasificarse.
Concluida
esta fase, se proponen ahora los duelos Capitalinos-Santiago y
Ciego-Camagüey, en los cuales los mencionados primero vuelven a salir
con la etiqueta de favoritos.
El
pasado año los agramontinos dieron la sorpresa al eliminar a los de la
capital en su enfrentamiento, pero no creo que esta vez suceda lo mismo y
los multicampeones de la LSB deben sacar un saldo positivo de los dos
primeros duelos en la Sala Polivalente Alejandro Urgellés, para regresar
a acabar la faena en su cuartel general de la Ramón Fonst.
El
mejor juego colectivo de los pupilos de Miguelito Calderón debe rendir
frutos ante un quinteto que se verá notablemente exigido durante casi
todo el desafío, mientras que sus contrarios podrán refrescarse apelando
a su mejor banca.
Por
el otro lado, los discípulos de Leonardo Pérez intentarán hacer valer
su fuerza como anfitriones en la Rafael Fortún, pero de cualquier forma
no creo que salgan con vida cuando devuelvan la visita a la Cardín
avileña.
Se
trata de dos equipos más parejos, pero con los actuales monarcas con
gran paternidad sobre sus rivales, a los cuales no les han aceptado
muchas libertades en los últimos años. Si el pasado torneo, con todos
sus efectivos de lujo, no pudieron con los Búfalos, no creo que ahora lo
logren. De todas maneras, la esperanza es lo último que se pierde, y
santiagueros y camagüeyanos se aferrarán a ella hasta el final.
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