Por Lemay Padrón Oliveros
El 12 de septiembre de 1958 vino al mundo el mejor
pesista cubano de todos los tiempos, Daniel Núñez, así que podemos celebrar su 54 cumpleaños
con unas líneas en su honor.
Con 1.55 metros de estatura y 52 kilogramos de peso
entró a la preselección nacional el mejor levantador de pesas que ha tenido
Cuba en toda su historia. Tenía entonces 17 años y sus atributos físicos no
eran muy impresionantes, pero el colectivo técnico valoró más sus cualidades
para el deporte, sobre todo su voluntad y sus deseos de triunfar.
Practicó inicialmente el clavados, pero a los 15
años de edad se sintió atraído por la disciplina de las plataformas y las
palanquetas y poco menos de una década después coronaba en los Juegos Olímpicos
de Moscú-1980, para convertirse en el primer campeón de este deporte en América
Latina.
Su principal motivación había sido la celebración
en Cuba del XXVII Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas, que pudo
disfrutar por televisión y de paso enamorarse para toda la vida.
Su padre, Jorge, llevaba en la sangre las
actividades del músculo. Muchos años dedicó a darle vida a la famosa Peña
Deportiva "Faro y Guía", en la céntrica Plaza de Marte, en la Ciudad Héroe. Su
entrenador, el legendario Manuel Suárez, en cuyo honor año tras año se realiza
un torneo internacional en la
Isla , le enseñó el ABC del deporte y le dio toda la
confianza.
Su debut internacional fue en el Campeonato Mundial
Juvenil de Marsella, en 1975, y su presea plateada lo empujó a ir por más. Un
quinquenio más tarde llegó a la capital rusa tras ser octavo en la cita estival
de Montreal-1976 con un total de 215 kilogramos , pero con el aval de haber
rubricado su primer récord mundial en el mundial de Alemania-1977.
Sólo tuvo una dificultad en su carrera, y fue el
ejercicio del envión, que siempre le conminaba a esforzarse cada vez más, no
fueron pocas las medallas que se le fueron en este ejercicio, el más técnico de
la disciplina.
Compitió en los Juegos Panamericanos de Caracas-1983,
pero por una negligencia del cuerpo médico ingirió una sustancia anabolizante,
por lo que fue descalificado y sancionado a dos años sin competir.
En ese momento hubiera obtenido las tres medallas
de oro en disputa, pues había levantado 137.5 kilogramos
en el arranque y 162.5 en el envión, para totalizar 300 kilos en la división de
60 kilogramos .
La sanción prácticamente acabó con su carrera deportiva.
Durante su prolífico paso por el deporte se
convirtió en el cubano que más récords ha archivado en su vida: Nueve
mundiales, cuatro olímpicos y otros 11 mundiales en la categoría juvenil.
Con razón la Federación Internacional
de Levantamiento de Pesas lo incluyó entre los 10 mejores del mundo durante la
década de los 80 del siglo XX. Cuando se retiró, en 1987, poseía todos los
récords panamericanos en las divisiones de 56 y 60 kilogramos .
Su palmarés incluye las medallas de oro en el Campeonato
Mundial de Estados Unidos-1978 (arranque y total) y el de Moscú-1980 (arranque,
envión y total), además de las plateadas en la edición de Francia-1981 (envión
y total) y Yugoslavia-1982 (arranque), en estos dos últimos casos en la
división de 60
kilogramos .
Además, en lides planetarias conquistó terceros
puestos en Yugoslavia-1982 (envión y total), Estados Unidos-1978 (envión) y
Grecia-1979 (arranque), mientras que en citas continentales se llevó las tres
preseas doradas en San Juan-1979, y también cargó con todo el oro en los Juegos
Centroamericanos y del Caribe de Medellín-1978 y La Habana-1982 .
Tras su retiro de las barras y las palanquetas ha
prestado ayuda técnica en varios países. Trabaja actualmente como profesor del
Instituto Superior de Cultura Física "Comandante Manuel Fajardo", aunque
dirigió al colectivo técnico de entrenadores en la selección nacional hace unos
pocos años.
Bajo su mando el levantamiento de pesas tuvo un renacer, luego de un periodo en el cual mermaron sobremanera los resultados internacionales, incluso en el área panamericana, donde Cuba mandaba sin muchas dificultades desde la época en que él mismo se encargaba de levantar las barras.
Bajo su mando el levantamiento de pesas tuvo un renacer, luego de un periodo en el cual mermaron sobremanera los resultados internacionales, incluso en el área panamericana, donde Cuba mandaba sin muchas dificultades desde la época en que él mismo se encargaba de levantar las barras.
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