Por Lemay
Padrón Oliveros
Se desató
el huracán. El más lindo, el más atlético, el más publicitado, el más
mediático, está triste en el Real Madrid, el club más laureado del mundo.
A falta
de explicaciones, un aluvión de hipótesis han inundado en las últimas horas las
redes sociales y la Internet
toda, desde Nueva Zelanda hasta Groenlandia, porque ciertamente es chocante.
Claro que
todo el mundo tiene derecho a sentir melancolía, frustración, desmotivación,
etc., pero todos no somos iguales y todas las circunstancias tampoco son
iguales. Una declaración así de Cristiano Ronaldo delante de los medios de
prensa es una bomba, más aún si la deja en el aire, sin más explicaciones.
No sé si
fue su objetivo, pero se garantizó que hablaran de él en Madrid y Barcelona
durante los próximos 10 días, aunque no haya Liga.
Las
especulaciones incluyen descontento con su trato salarial, por no recibir una
renovación de contrato, por no sentirse querido por la dirigencia o sus
compañeros de equipo, por falta de reconocimiento internacional. Puede ser un
poco de todo eso u otra cosa totalmente diferente, quizás nunca lo sepamos.
Cada una
de estas respuestas tiene su basamento real, pero de ahí a soltar una
declaración como esa ante la prensa sabe a rabieta de vedette. Quizás CR7
debería escuchar algún reguetón de Kola Loka: lo que no te puede coger es la
pandemia, mijo.
Un hecho
así puede desestabilizar a todo un equipo, cuando precisamente parece en el
camino de recuperar sus mayores glorias en cuanto a títulos, pues en fútbol
sigue bastante en deuda.
Nada
ayuda el imperio blanco que estallen los teléfonos con llamadas de clubes
interesándose por fichar a Ronaldo, al contrario. El aumento salarial y la
renovación de contrato llegarán en su momento, de eso nadie tiene dudas, el
reconocimiento internacional, si no se lo gana en Madrid, no sé dónde lo puede
conseguir, y el amor de los compañeros y la dirigencia, también se conquista en
el terreno. Si logró hacerlo en el Manchester United luego de haber eliminado
prácticamente él solo a Inglaterra en el Mundial de Alemania-2006, cómo no lo
va a hacer ahora que fracasó pese a intentar algo similar contra España en la Eurocopa.
Esto
pudiera quedar solamente en una anécdota, pero como dice el poema: la princesa
está triste, y cuando la princesa está triste todo el Reino se preocupa.
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