viernes, 28 de septiembre de 2012

Cuba y el sueño de la potencia deportiva

Por  Lemay Padrón Oliveros

Ser una potencia deportiva es el sueño de casi todos los que amamos con pasión la actividad del músculo, deseosos de ver a Cuba disputando siempre los primeros puestos, sin importar mucho de qué disciplina o competición se trate.
 Por un tiempo lo conseguimos en los principales conciertos mundiales del deporte, pero ahora hemos quedado como potencia solamente en nuestra región geográfica.
 La causa es más que conocida, más allá de deserciones, robo de talentos o como se le llame al éxodo de muchísimas figuras en prácticamente todas las modalidades, es un tema económico.
 La caída del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo comercial de Estados Unidos nos han privado de intercambios académicos, fondos para competencias y bases de entrenamiento, y recursos de todo tipo para fortalecer el deporte en la base.
 Gracias al apoyo de naciones como la Unión Soviética, Yugoslavia, la RDA y los demás miembros del bloque socialista, logramos nuestros mejores resultados en disciplinas como el fútbol, el polo acuático, el balonmano y otras, con poca o ninguna historia en la mayor de las Antillas.
 Dejado todo eso atrás, se vino la debacle, y ahora es que realmente estamos sufriendo los impactos, aunque luchemos a brazo partido por no renunciar al caro anhelo.
 Lo cierto es que para poder competir hoy de tú por tú con el mundo desarrollado, se necesita un gran respaldo financiero que garantice todo lo necesario tanto dentro como fuera de casa, porque cada detalle influye y te puede costar una medalla.
 Otro tema es analizar si nos conviene más fortalecer nuestras potencialidades y olvidar las debilidades para al menos tener un grupo de deportes en los cuales podamos pugnar por los primeros puestos, pero eso quedará para otro comentario.

No hay comentarios: