domingo, 16 de octubre de 2011

Tacos, burritos y otras mexicanadas


Por Lemay Padrón Oliveros

Guadalajara.- Como parte de los pecados capitales debía incluirse visitar cualquier país y dejar de probar su comida típica, aunque esto implique en algunos casos caer precisamente en uno de estos prohibitivos: el de la gula.
Por eso hoy me decidí a probar algunos platos mexicanos y en honor a la verdad, no me arrepentí.
Solamente una salvedad, para quien no esté habituado es recomendable pedir expresamente que no le echen picante.
Horas atrás, y pese a haber dado esa orden, debí correr en busca de un refresco para paliar el ardor provocado por un taco de chorizo, que previamente había sido “tratado” con chile.
Sus propiedades nutricionales están super demostradas, pero para paladares inexpertos es mejor no incursionar en esta mexicanada, usado el término sin el menor trato peyorativo.
Los tacos pueden ser de carne de res, de cerdo o de pollo, y se confeccionan con una torta de harina, mientras que los burritos se hacen del mismo relleno, pero con harina de maíz, y vienen previamente cerrados.
Estos últimos proliferan el norte de México, en la frontera con Estados Unidos, pero aquí en Guadalajara también se pueden pedir… y disfrutar.
Este sábado estuve a punto de pedir una birria para almorzar, pero el nombre me remitió subconscientemente a la cerveza y no la pedí; válgame Dios si tuve suerte.
Al regresar al Centro de Prensa ese gran mataburros llamado wikipedia me aclaró que la birria es con carne de chivo, pero preparada conjuntamente con su adobo de chiles, así que hice bien en pasarme con fichas, como me ratificaron luego algunos voluntarios.
Para salir a la calle en vez de preguntar por un autobús debe hacerlo por un camión, y el antediluviano trolebús todavía funciona aquí, pero solamente quedan ya las líneas 400 y 500, a un precio fijo de seis pesos al igual que los camiones.
¿Y la bebida? Bueno, esa se queda para otro momento, ahora estoy trabajando.

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