Por Lemay Padrón Oliveros
Transcurridos cuatro juegos del torneo interpuertos de Rótterdam, lo más notable ha sido la anemia ofensiva de Cuba, que solamente ha marcado 13 carreras, a un promedio de poco más de tres por desafío.
Visto así pudiera no ser tan malo, pero con dos derrotas, una de ellas totalmente fuera de los pronósticos ante Curazao, y una victoria agónica en 10 innings ante Alemania, se habla a las claras de que algo sucede a nuestros bateadores, porque el pitcheo trabaja para un buen 2.21 de Promedio de Carreras Limpias y solamente dos serpentineros no han estado bien: Dalier Hinojosa y Yadir Rabí.
Muy diferente es el panorama con el bateo, pues únicamente cuatro de los nueve regulares promedian por encima de .300, cuando casi todos quemaron la Liga, como se dice vulgarmente, durante la pasada Serie Nacional.
Y aquí llega una interrogante que se cae de la mata ¿Por qué el escaso poder ofensivo si en la campaña doméstica ¡89! peloteros estuvieron por encima de .300, si tomamos en cuenta solamente aquellos con más de 100 turnos al bate?
La respuesta es tan sencilla como dura: la calidad del pitcheo de nuestro principal espectáculo está por debajo de lo esperado, y claro que no hablo de los 10 o 12 que normalmente integran la principal escuadra caribeña.
De todos los que hicieron el grado para Rótterdam, solamente el torpedero cienfueguero Erisbel Arruebarruena no compiló más de .300 en la Serie de Oro, y la gran mayoría lo hizo por encima de .350.
Evidentemente hay una gran diferencia entre el pensamiento táctico de quienes escalan la lomita en la Isla y los que enfrentan a Cuba en otras latitudes. Pensamiento táctico, porque velocidad y variedad de lanzamientos tienen los nuestros en muchos casos.
Ahora bien, se supone que en la Serie Nacional cada cuerpo técnico conozca a los bateadores contrarios y esa arma debiera ser utilizada para dominarlos. Debiera.
Por el contrario, en torneos internacionales los lanzadores rivales no conocen a nuestros bateadores y sin embargo los dominan, a veces por el propio desespero de los caribeños por conectar con efectividad ante serpentineros aparentemente más fáciles.
Lo peor es que este problema no es reconocido por los dirigentes beisboleros de la Isla, que en vez de concentrar la calidad están evaluando incluso aumentar los conjuntos en la próxima Serie, con la incorporación de Mayabeque y Artemisa. Ojalá esta nueva señal les haga rectificar el tiro.
1 comentario:
muy bueno este analisis guajiro muy bueno
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