No caben dudas de que la nómina de Pinar del Río fue muy bien reforzada para la venidera Serie del Caribe. Los principales “huecos” del equipo fueron cubiertos adecuadamente, pero bueno, como se esperaba, hay críticas, y algunas no son infundadas.
Por
ejemplo, ¿por qué tienen un puesto fijo en todos los equipos los cuatro
contratados en Japón? De su calidad nadie duda, pero cuando se trata de un
torneo corto, y el pelotero no está rindiendo, no tiene sentido llevarlo y
esperar por un milagro. El sayo es para el taponero Héctor Manuel Mendoza,
quien ha lanzado sumando toda la
Serie apenas cuatro entradas y un tercio, y promedia 4.15
carreras limpias por partido.
Otros
señalados son el antesalista Luis Yander La O y el jardinero Alexei Bell, quienes batean en
esta segunda fase .250 y 245, respectivamente, tras incorporarse como refuerzos
de Matanzas. Tampoco han podido rendir en la segunda vuelta Giorvis Duvergel
(.091 en apenas cuatro desafíos con Ciego), Norge Luis Ruiz (1-3, con 6.20 de
PCL y .308 de promedio ofensivo en su contra), Jonder Martínez (1-2, 4.37 y
.319) y Yoanni Yera (2-2 y 4.56).
Se supone
que se encuentran en el listado porque las solicitudes de visa se hacen con
anterioridad, y habían rendido en la primera mitad. ¿Cómo entonces se entiende
lo de Frederich Cepeda, que cerró la clasificatoria con apenas 13 juegos
jugados, o Yuliesky, con 11, o el propio Mendoza, con 1.1 innings tirados?
Lo dije
antes y lo repito ahora, si voy a dejar en Cuba a un pinareño que ganó el
título el pasado año, es para llevar a otro que lo esté haciendo mejor.
Respeto con mayúsculas la trayectoria de los mencionados, pero no me parece
justo que permanezca en Cuba un campeón nacional en estas circunstancias.
Aparte
del descanso que merecen peloteros que prácticamente no han tenido respiro
desde noviembre de 2013, ¿dónde queda el estímulo para los demás? Sí, porque estímulo
no es solamente llevar a los pinareños por llevarlos, sino llevar quizás a
otros que han rendido y ven cómo hay puestos fijos en cada torneo
internacional. Eso tiene un impacto bien negativo en la motivación de quienes
defienden los colores de sus equipos provinciales todo el año.
Repito,
me gusta como está el equipo porque entiendo lo sucedido con los trámites de
quienes han tenido un bajón en la segunda ronda, y no dejaría a Cepeda o
Yuliesky por su calidad, pero por Mendoza hubiera dejado a Vladimir Baños. Toda
la suerte del mundo para Pinar de Cuba, dicho esto sin mala intención alguna, y
ojalá el calendario permita para futuras ediciones evitar que los equipos
nacionales se conformen con tanto tiempo de antelación. Sí, porque esta nómina
huele a prefabricada desde noviembre, por lo menos.
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