Por Lemay Padrón Oliveros
El aluvión de críticas está por llegar. Faltan solamente unas horas.
Cuando sea anunciada la nómina de Pinar del Río a la venidera Serie del
Caribe inmediatamente se desatará un “chuchuchú” imparable por toda
Cuba, porque todavía no está claro en las mentes de cada cual el papel
que tiene la mayor de las Antillas en este evento.
Lo básico todavía no se ha dejado lo suficientemente claro: si
queremos premiar al campeón de la Serie Nacional, o ganar el evento. De
entrada, son dos opciones incompatibles, porque como se conforman los
demás equipos el cubano va en desventaja, por eso hay que tomar una
decisión.
El comisionado nacional lo dijo a este sitio: el objetivo es lo segundo.
Entonces, deberían ser menos las críticas cuando con la casaca de Pinar
vayan a Puerto Rico más de la mitad de sus peloteros no nacidos en ese
territorio. El hecho de que Cuba todavía asiste como invitado y no como
miembro pleno es un aspecto importante para respaldar esta decisión,
pues si vas a la fiesta como puro relleno, ¿para qué te van a invitar de
nuevo? Ah, si bailas como nadie, tomas el micrófono y revientas el
karaoke o te robas las tertulias con tu ingenio y buen humor, entonces
todos te van a querer de vuelta. Más o menos así sucede ahora, pues la
imagen dejada por Villa Clara el pasado año fue muy pobre, y Pinar tiene
el deber de levantarla, pero para eso hay que redondearlo bien, aunque
no sea con pinareños. Cuando seamos miembros plenos de la Confederación
del Caribe, entonces podemos dejar el torneo como premio al campeón y
“ponerle” con todo alguna que otra vez, pero no todos los años.
Ahora bien, ¿qué necesita Pinar? Primero un buen receptor, pues con
la sanción de Lorenzo Quintana quedó muy maltrecho. Yosvany Alarcón
sería una muy buena propuesta. Lo otro que urge es un buen staff de
pitcheo. Ya tienen a Yosvany Torres, Freddy Asiel Álvarez está en su
nómina actual y puede mantenerse, Vladimir García estuvo el pasado año y
pudiera volver.
Los tres serían puntales y se puede buscar otro abridor, porque
Vladimir recién regresa de una seria lesión y no debe ser explotado al
máximo. Jonder Martínez, Cionel Pérez, Norge Luis Ruiz o Ismel Jiménez
pudieran asumir como tercer abridor, para dejar a Vladimir Baños y Erlis
Casanova como relevistas largos.
Para reforzar el cuadro pudiera llevarse a un utility como Lourdes
Yunielky Gourriel, y en los jardines aumentar el poder con Alfredo
Despaigne, Alexei Bell o Yadiel Hernández. Casi todos los mencionados
están muy bien en estos momentos, y eso debe ser lo primero para ser
llamados. Si voy a dejar a un pinareño que no ha estado bien este año,
¿por qué tengo que tener un compromiso con uno de los “importados” que
no esté en plena forma ahora? Ojalá pudieran ir todos, pero la nómina es
cerrada y, como dice el dicho, no se puede chiflar y sacar la lengua al
mismo tiempo. Ya veremos quiénes son los elegidos, pero de que habrá
críticas, las habrá, si no, no fuera el pasatiempo nacional.
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