Cuando
a partir de este miércoles y hasta el venidero domingo la cancha
Antonio Maceo, en Santiago de Cuba, escenifique las acciones de la
segunda fase del certamen, ninguna de estas selecciones estará en la
porfía. Si inesperados fueron los últimos peldaños ocupados por estos
planteles en la pasada edición del Torneo Nacional más antiguo de Cuba,
por ser habituales en la máxima categoría, lo de ahora indica que no fue
tan sorpresivo, y el fútbol en esos territorios ha descendido
notablemente.
Los pinareños sumaron apenas dos puntos en tres partidos, por empates ante Artemisa y Matanzas, este último también llamado a avanzar, pero eliminado. Los de la más occidental de las provincias cubanas marcaron apenas dos goles en esta fase, y así no se puede aspirar a la victoria.
Peor fue el caso de los holguineros, que abrieron a todo tren con victoria 3-1 ante Granma, pero en la segunda fecha sucumbieron por el mismo marcador ante Mayabeque. Entonces los del balcón del Oriente cubano pensaron que con una igualada ante Santiago de Cuba obtenían el boleto, tras el abrazo matutino entre mayabequenses y granmenses, pero el reglamento dictaba que el primer elemento para decidir la clasificación era el partido entre ellos y, tras festejar primero el avance, fueron notificados más tarde que no estarían en la disputa de los dos boletos definitivos al Nacional. Evidentemente, aquí hubo problemas con la información, y eso afecta notablemente un espectáculo ya de por sí dañado con la escasa celebración de partidos.
En fin, las clasificaciones se definirán entre los punteros del grupo A: Santiago de Cuba y Mayabeque, y los líderes del B: Isla de la Juventud y Artemisa, en un todos contra todos.
Para los mejores jugadores de los otros seis equipos eliminados, el “consuelo” será ser escogido como refuerzos para el certamen doméstico, donde esperan Ciego de Ávila, Camagüey, Villa Clara, La Habana, Guantánamo, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Las Tunas. Los demás, triste, pero inevitablemente, a casa hasta el año que viene, con apenas seis partidos oficiales celebrados, en el mejor de los casos.
Los pinareños sumaron apenas dos puntos en tres partidos, por empates ante Artemisa y Matanzas, este último también llamado a avanzar, pero eliminado. Los de la más occidental de las provincias cubanas marcaron apenas dos goles en esta fase, y así no se puede aspirar a la victoria.
Peor fue el caso de los holguineros, que abrieron a todo tren con victoria 3-1 ante Granma, pero en la segunda fecha sucumbieron por el mismo marcador ante Mayabeque. Entonces los del balcón del Oriente cubano pensaron que con una igualada ante Santiago de Cuba obtenían el boleto, tras el abrazo matutino entre mayabequenses y granmenses, pero el reglamento dictaba que el primer elemento para decidir la clasificación era el partido entre ellos y, tras festejar primero el avance, fueron notificados más tarde que no estarían en la disputa de los dos boletos definitivos al Nacional. Evidentemente, aquí hubo problemas con la información, y eso afecta notablemente un espectáculo ya de por sí dañado con la escasa celebración de partidos.
En fin, las clasificaciones se definirán entre los punteros del grupo A: Santiago de Cuba y Mayabeque, y los líderes del B: Isla de la Juventud y Artemisa, en un todos contra todos.
Para los mejores jugadores de los otros seis equipos eliminados, el “consuelo” será ser escogido como refuerzos para el certamen doméstico, donde esperan Ciego de Ávila, Camagüey, Villa Clara, La Habana, Guantánamo, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Las Tunas. Los demás, triste, pero inevitablemente, a casa hasta el año que viene, con apenas seis partidos oficiales celebrados, en el mejor de los casos.
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