Por Lemay Padrón Oliveros
Río de Janeiro.- Uruguay comenzó con el pie izquierdo su participación en la Copa Confederaciones
de fútbol de Brasil-2013, pero hoy al menos festeja su llegada a semifinales.
Su primer encuentro se saldó con una derrota
1-2 a
manos de España, que pudo golear a la escuadra suramericana por el amplio
dominio exhibido durante los 90 minutos.
Pero al seleccionado celeste le ha pasado de
todo, incluyendo lluvias que le arruinaron entrenamientos, horas en autobuses
para llegar a sitios alternativos, y tensión por la violencia de algunos aficionados
en contra en los partidos.
Por si fuera poco, el sábado tres jugadores
y el preparador físico permanecieron encerrados por más de media hora en un
ascensor del Mar Hotel en Recife, lo que provocó el retraso de la habitual conferencia
de prensa.
Sin embargo, ese podría ser el punto de
inflexión, pues desde ese momento cambió la suerte del combinado charrúa, que debía
golear a Tahití y esperar por una derrota o un empate de Nigeria frente a
España, para no tener que ir a la diferencia de goles.
Por si acaso, los suramericanos golearon 8-0 a los tahitianos, mientras
los nigerianos caían 0-3 ante los españoles.
Sí, esta vez las Águilas Verdes volaron bastante
bajo, y se despiden del torneo con apenas una victoria, la conseguida ante el
débil Tahití, pero fueron quienes menos les anotaron a los oceánicos (6), y los
únicos que les concedieron un gol.
Volviendo a los
uruguayos, ya están en condiciones de mejorar lo hecho en su única
participación anterior en la Copa Confederaciones, porque fueron cuartos en
Arabia Saudita-1997.
Para seguir adelante tendrán nada menos que
vencer a Brasil, que ha estado intratable hasta el momento, pero su estilo
encaja con el de los anfitriones de este evento y, al ser viejos conocidos,
cualquier cosa puede pasar.
Entonces sí sabremos realmente si el
elevador inmóvil les trajo suerte o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario