Por Lemay Padrón Oliveros
Este 13 de octubre cumple 45 años de edad el atleta
del siglo XX en Cuba: el saltador de altura Javier Sotomayor Sanabria, apodado
el Rey de las alturas.
Apenas con 15 años de edad logró sobrepasar el
listón sobre los dos metros. Había nacido para el salto alto y esas facultades
las descubrió el activista Carmelo Benítez allá en el poblado matancero de
Limonar, donde vio la luz el 13 de octubre de 1967.
Su ascenso fue meteórico, hasta el punto que se
ganó el sobrenombre de Príncipe de las Alturas, pero preferimos llamarlo Rey,
porque nadie se le acercó. De ello se encargaron su primer entrenador oficial, José
Godoy, y posteriormente Guillermo de la Torre.
Sus aptitudes para esta modalidad le permitieron,
gracias a una beca, estudiar en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Deportivo
de La Habana. Debido
a circunstancias políticas no pudo participar en los Juegos Olímpicos de Seúl-1988;
sin embargo, esta situación no le impidió superar en ese año el récord del
mundo con un salto de 2.43
metros.
Con 1.94 metros de talla y 81 kilogramos de
peso, hizo sus pininos a los 13 años y solo llegó hasta 1.65 metros, pero con 10 centímetros menos
de estatura en ese entonces. Comenzó a asombrar en grande cuando a los 19 años
fijó el tope mundial juvenil en 2.36. Poco después llegó su primer récord del
planeta, con apenas 21 años.
Una lesión al comienzo de la década de los 90 le
obligó a abandonar temporalmente este deporte. Esto le permitió proseguir con
sus estudios de Cultura Física. En esta época se produjo además la muerte de
Godoy, su entrenador, quien fue sustituido por De la Torre.
En 1992, durante la celebración de las Olimpiadas
de Barcelona, consiguió la medalla de oro con un registro 2.34 metros, discreto
para su nivel, pero inalcanzable para el resto de los competidores.
Ganó todas los premios otorgados por la Federación Internacional
de Atletismo: olímpicos, siete mundiales (cuatro bajo techo y dos al aire
libre), tres Panamericanos e igual cifra de patrones para los Juegos
Centroamericanos y del Caribe, además del Premio Príncipe de Asturias de los
deportes, en 1993, y cinco veces el de la agencia de noticias Prensa Latina.
En certámenes del orbe al aire libre triunfó en las
ediciones de Stuttgart-1993 (2.40 metros) y Atenas-1997 (2.37) y consiguió
plata en Tokio-1991 (2.36) y Gotemburgo-1995 (2.37), mientras que en citas
techadas se llevó el máximo premio en Budapest-1989 (2.43), Toronto-1993 (2.41),
Barcelona-1995 (2.38) y Maebashi-1999 (2.36) y concluyó segundo en París-1985
(2.30) y tercero en Sevilla-1991 (2.31).
Los Juegos Panamericanos lo vieron subir a lo más
alto del podio en Indianápolis-1987 (2.32), La Habana-1991 (2.35) y
Mar del Plata-1995(2.40), este último salto récord continental, y los encuentros
centrocaribeños en México-1990 (2.34), Ponce-1993 (2.35) y Maracaibo-1998
(2.37), también marca del área en la última ocasión.
Desde que el estadounidense George Horine burló el
listón en 2.00 metros
exactos, en el Stanford Stadium de Palo Alto, Estados Unidos, el 18 de mayo de
1912, hasta que el soviético Rudolf Povarnitsin devino primer humano en conquistar
el mítico muro de los 2.40
metros en la ciudad ucraniana de Donestk, otrora Unión
Soviética, el 18 de agosto de 1985, transcurrieron 73 años.
Sin embargo, en las tres temporadas subsiguientes
esa barrera creció igual cantidad de centímetros en las piernas de tres
talentosos atletas: el ruso Igor Paklin (2.41), el sueco Patrick Sjoberg (2.42)
y Javier Sotomayor, pero este último fue el único capaz de superarla en
reiteradas ocasiones.
Sus registros planetarios llegaron en el siguiente
orden: 2.43 metros el 4 de marzo de 1989 en Budapest, Hungría (vigente bajo
techo), 2.43 el 8 de septiembre de 1988 en Salamanca, España, 2.44 el 25 de
julio de 1989 en San Juan, Puerto Rico, y 2.45 el 27 de julio de 1993 otra vez en
Salamanca, (vigente al aire libre).
Durante los últimos 15 años, ningún otro saltarín,
salvo Sotomayor, fue capaz de pasar el cuerpo por encima de los 2.42 metros.
Únicamente el cubano lo hizo en ocho ocasiones. En ese lapso -sin dudas el
mejor momento vivido por la prueba en el planeta- nueve candidatos rebasaron
los 2.40 metros; aunque distaban a cinco centímetros del patrón universal.
Sotomayor, en cambio, los burló en más de 20 oportunidades.
Tras ser injustamente sancionado a dos años sin
competir tras los Juegos Panamericanos de Winnipeg-1999, la IAAF le condonó la sanción y
con apenas tres meses de entrenamiento se adjudicó la medalla de plata en los
Juegos Olímpicos de Sydney-2000.
Allí consiguió un salto de 2.29 metros en prueba
ganada por el ruso Serguei Kliugin (2.31), y con la cual cerró para él su ciclo
competitivo, pues al año siguiente apenas tomó parte en algunas citas atléticas
hasta abandonar definitivamente las pistas que lo llenaron de gloria por más de
una década.
Posteriormente compartió su tiempo entre el
patrocinio del grupo musical Salsa Mayor y el asesoramiento a las nuevas
figuras del salto alto en la Isla,
hasta que ocupó el cargo de delegado de la Comisión nacional de atletismo, y desde hace unos
años es el gerente del equipo nacional.
6 comentarios:
Hola Lemay.. sigo leyendo tu blog.. cual fue la historia de la sancion de la IAAF despues del 99?
En el museo olimpico en Lausanna, Suiza, se encuentra una replica del liston con la altura del record, 2.45 y es impresionante ver cómo un ser humano puede saltar sobre esa altura...!
Admiro al Soto.. y agradezco el recuento
saludos,
michel, el traductor
Hola, Miche:
En los Panamericanos de Winnipeg-99 al Soto le encontraron droga en un examen antidoping, lo cual él ha negado siempre. De todas maneras, y aunque esto no lo ayudaba en nada para saltar, la IAAF lo castigó con dos años de suspensión, pero luego se lo dejaron en uno, y pudo competir en Sydney-2000, donde para mí hizo la proeza de su carrera con esa plata para limpiar su nombre.
Un abrazo
Gracias mil.. sigo leyendo tus posts..... te pregunto sobre Armstrong y el caso de dopaje que algunos medios de prensa han calificado como el "más sofisticado y exitoso" caso en la historia...
Armstrong, que ha retomado el triatlon después de su retiro, quería competir en el ironman de Hawaii este año, que se celebró el sábado 13, pero por la investigación de la USADA no lo dejaron, porque las reglas de la World Triathlon Corporation, dueña del evento, no lo permite...
Ahora bien, como Armstrong es muy mediático y eso lo hace muy rentable, se rumora que la WTC está pensando desentenderse de la USADA para que el tejano compita (http://diariodeltriatlon.es/not/3621/ironman_quiere_romper_con_la_usada_para_que_lance_armstrong_compita_en_hawaii/)...
Comentarios?
Si quieres el informe completo de la USADA (en ingles) bájalo aquí (http://d3epuodzu3wuis.cloudfront.net/ReasonedDecision.pdf)
Seguimos en contacto..
saludos,
michel
vale, te prometo hacer algo con eso.
Lemay, soy de Güines tambien, a lo mejor te conozco, me llamo Carlos. Estudie en el Fajardo de C.Habana en la epoca en que Sotomayor estaba en sus mejores momentos. Lo conoci y muchas veces conversamos en el parque de la escuela como lo haciamos con todos los atletas del equipo nacional de diferentes deportes y ellos nos contaban sus anecdotas en los diferentes torneos que participaban por el mundo. Recuerdo cuando gano el mundial de Stuggart en Alemania que si mal no recuerdo fue en el año 1990 y el premio era un Mercedez Benz y la federeacion cubana de atletismo por orden de la dirigencia politica quisieron quitarle el Mercedez y no pudieron. Sabes algo de eso??? Un saludo.
Sí, claro. Stuttgart fue en el 93. A él no se lo quitaron porque era una figura muy conocida, pero a la otra campeona Ioamnet Quintero, sí se lo cambiaron por un Lada. A Pedroso también quisieron hacerle lo mismo en el 95 pero tampoco quiso. La compañía era estricta en cuanto al dueño del auto, pero sí este firmaba como que estaba de acuerdo se lo cambiaban. Errores que se han cometido. Por suerte la IAAF ahora puso las cosas más sencillas para las autoridades cubanas porque ya no entrega autos, jajaja.
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