Ahora dice adiós Metropolitanos, que cavó su propia tumba al ceder su identidad a manos de Industriales, el hijo mayor de la capital, y por ahí no puede protestar su exclusión, forzada ahora por la matemática de existir un número impar de equipos y no par como había sido siempre, incluso en los inicios de las series nacionales, cuando había solamente cuatro conjuntos.
La aberración de la pasada Serie debía concluir y el chivo expiatorio fue lógicamente Metros, el equipo más polémico de la pelota cubana.
Ahora bien, por muy justificada que pueda ser su exclusión, en todo este proceso se ha soslayado algo fundamental: estamos hablando de un grupo de seres humanos.
Estos seres humanos se merecían saber su destino desde meses atrás, y no ser conminados a quitar horas de descanso o estudio para luego quedar en la cuneta, porque estoy casi seguro de que ese será el destino final de la mayoría, y no precisamente porque no tengan calidad o no hagan falta en otros conjuntos, sino por la reticencia de directivos a priorizar un refuerzo externo antes de darle juego a un talento en bruto. Esto último es especulación mía, pero todavía no he leído que ninguno haya sido llamado para otro equipo fuera de la capital.
Volviendo a los jugadores, tanto ellos como sus familiares llevan semanas planificando su vida alrededor de los entrenamientos para participar en un campeonato donde ahora quedan a merced del resto de los directores de equipos, para ver quién tiene la posibilidad de ser repescado para integrar otra novena.
Además, la propia preparación carecía de toda lógica, porque nadie sabía cuándo arrancaría el torneo, ni cómo o hasta cuándo se jugaría. Otra falta de respeto mayúscula al ser humano, en este caso a los de toda la Isla.
Lo otro es que se le ha dicho adiós a un conjunto con más de 30 años de historia, más que los de casi todas las provincias si nos remitimos a los nombres, y que pese a su dura condición de «escuela», logró avanzar a tres postemporadas desde 1993 hasta ahora, además de ubicarse segundo en 1975-1976, tercero en la 1976-1977 y la 1981-1982, quinto en la 1977-1978, sexto en 1974-1975 y 1986-1987, por solamente mencionar del sexto hacia arriba, y sin entrar en individualidades.
Si tiene que irse, al menos yo no quería que lo hiciera por la puerta de atrás.
4 comentarios:
Muy buen artículo Lemay. Los Metros se merecen todo el reconocimiento de la afición, en definitiva ellos no tienen la culpa de que le asignaran el papel de equipo sucursal o de conjunto donde se desarrollaban las futuras figuras de Industriales. Yo siempre he sido de los azules, pero me molestaba muchísimo que los Metropolitanos no tuvieran su propia identidad, su propio sello como equipo. Creo que es algo inédito en el mundo que en una Primera División juegue un conjunto que le sirva de sucursal a otro, eso es inconcebible, va contra el sentido común. La Capital tiene suficiente cantera para formar dos buenos equipos sin necesidad de tener uno principal y otro secundario, es totalmente injusto.
Ahora que? Que van a hacer con toda esa cantidad de jugadores que no pueden practicar el beisbol, que es además su vida?
Pues son las decisiones absurdas que se toman y que despues te pasan factura cuando ya es demasiado tarde. ¿No era más fácil regular que los jugadores de los Metros no podían pasar a los azules y viceversa y así se salvaba al equipo? porque estoy seguro que eso es lo que molestaba a las demás provincias (y con razón)que existiera alguien que desarrollaba sus figuras jóvenes en la Serie Nacional mientras el resto de las provincias no podía hacerlo. Sabes lo que yo haría? (ya que no puede haber una segunda división)Para que el total de equipos en la Serie llegue a 18, yo premiaría al campeón de la liga de desarrollo a jugar ese año en la Serie Nacional y así se premia el buen trabajo de una provincia con su base, asi creo que todos estaran contentos, claro ese año que juegue no podrá la provincia en cuestión coger jugadores de su equipo base, salvo lesiones y algún que otro caso excepcional que sin duda se regularía.
Para terminar soy de los que creo que los Metros volverán, sea de una forma o de otra. Mucho ánimo a todos sus jugadores y mucha suerte. Un saludo lemay
Fidel Cruz
Excelente idea esa de premiar al ganador de la Liga de Desarrollo. Por eso sigo pensando que lo mejor son dos torneos, en el primero, llámese Serie Nacional o de ascenso, estarían todas las provincias y estos dos equipos de desarrollo, y luego vendría la Selectiva o lo que fuere, con solamente ocho planteles, pero ya sin la camisa de fuerza de la territorialidad. Se queda bien con todo el mundo y no hay peloteros subutilizados, porque el primer torneo les daría un buen fogueo.
Un abrazo
Estoy de acuerdo Lemay con la idea de los dos torneos y es que además al beisbol cubano le hace falta un campeonato donde se vuelva a concentrar la calidad, de forma tal que los mejores bateadores se enfrenten a lo mejor del pitcheo y eso dará frutos a la larga. En el caso de la territorialidad, para mi si es un aspecto importante, fijate que con la división político administrativa de los setenta ya ahorita serian casi 40 años con participación de equipos de cada provincia, salvo excepciones que seguro las habrá. Para un supuesto torneo selectivo despues de la Nacional (que debería en mi modesta opinión ser más largo en cuanto a juegos) yo formaría, como te comenté en algún escrito antes, aquellos equipos al estilo de las Villas, Orientales, Camagueyanos, Ciudad Habana, Pinar,etc que como ves en definitiva representan a territorios y yo creo que a la gente le va a gustar más. Cuba no tiene desde hace años tradición de clubes y va a ser difícil romper esa dinámica, pero bueno se puede intentar y lo más importante, que dure en el tiempo. Un abrazo amigo
Fidel
Esas eran las mejores Selectivas. Se criticó que no había play off y se decidía antes de tiempo. Luego Ciudad de La Habana dominó todo el campeonato y perdió en el play off contra Serranos, y ahí mismo se acabó la Selectiva. Empezaron con los inventos de Superselectiva, Copa Revolución, etc. y al final mataron el torneo élite.
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