Sin embargo, me sorprendió que el estadounidense Jordan Burroughs, seleccionado el mejor luchador del mundo el pasado año, tuviera a esta pequeña isla del Caribe como destino soñado, y desde hace bastante tiempo.
“Llevo años soñando con venir aquí, pero como todavía estaba estudiando no podía. Mientras estaba en la Universidad me era imposible. Ahora que ya estoy en la categoría mayor pude cumplir mi deseo. Siempre me hablaron de la calidez de su gente, de su hermosa música, y lo he podido comprobar.”
¿Qué te pareció el torneo internacional Granma-Cerro Pelado?
“Este es un torneo fuerte, en él que participan varios buenos luchadores, eso me ayuda en mi preparación, ha sido interesante. Yunierky Blanco en particular es un contrario de respeto.”
¿Cómo te estás preparando con vistas a los próximos Juegos Olímpicos?
“Hacemos mucho entrenamiento y mucho trabajo en general. Venir aquí me ha servido mucho para prepararme con vistas a los trials, que es donde se define quién irá a Londres por Estados Unidos. La medalla mundial no es nada comparable con la olímpica. Es un reto y muchos tratan de lograrla.”
¿Claves en el estilo de Jordan Burroughs?
“Me siento muy bien luchando de pie, pero para mí la clave está en mantener el ritmo.”
Pasaste por el fútbol americano, ¿cómo llegas a la lucha?
“Era muy rápido, pero pequeño para el fútbol, así que probé en la lucha y me gustó. Amo el deporte, soy el único deportista de mi familia y quiero mediante el deporte conocer el mundo.”
De más está decir que Burroughs, campeón mundial de Estambul-2011 y de los Panamericanos de Guadalajara, paseó la distancia en La Habana, esa ciudad marcada en su mapamundi imaginario, y que al fin pudo conocer a los 23 años de edad.
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