jueves, 14 de julio de 2011

Las tribulaciones de un mohicano llamado Neymar

Por Lemay Padrón Oliveros

Neymar ya marcó en la Copa América.
Considerado por muchos el próximo Genio del fútbol mundial, el delantero brasileño Neymar da Silva tiene en estos momentos varias preocupaciones en su cabeza, adornada por un estrambótico pelado al estilo mohicano, para colmo pintado de rubio.
La primera de ellas debe despejarse en breve, y está relacionada con la actuación de Brasil en la presente Copa América, donde ha dejado bastante que desear con par de empates en sus dos primeros compromisos.
No obstante, confío en que la verdeamarelha retome el camino victorioso y, como en tantas ocasiones anteriores, vaya de menos a más.
El otro asunto capaz de quitarle el sueño al actual atacante del club Santos es su futuro futbolístico, pues sus allegados en Brasil y él mismo insisten en que todavía no quiere marcharse del gigante suramericano, y otros aseguran que está listo para dar el salto a Europa.
Si el debate interno fuera poco, a esto se suma la presión de un equipo tan poderoso como el Real Madrid, que no ha ocultado su deseo de incorporar YA al mediático ariete auriverde, reciente ganador de la Copa Libertadores con el plantel paulista.
El técnico madridista, el polémico José Mourinho, patalea desde la capital española clamando por la falta de un delantero, y por los apuros sufridos la pasada campaña en esa área dudo que los directivos le nieguen esa otra incorporación en la primera línea, a la cual aspira también el argentino Sergio Agüero, aunque no se descarta tampoco al togolés Emmanuel Adebayor, a préstamo en las filas blancas durante la pasada campaña.
Para Neymar seguirá siendo una cuestión de decidirse entre el romanticismo de buscar el título del Mundial de clubes con el Santos, único restante en sus vitrinas mientras siga jugando en Suramérica, o partir hacia España, con el consecuente glamour y la bonanza económica que esto significa.
Tanto él como quienes lo manejan han asegurado que nada se hablará hasta el fin de la Copa América, así que hasta entonces la almohada del futbolista seguirá siendo el receptáculo exclusivo de sus pensamientos sobre el futuro, además de intentar acomodar su peliparada cabellera.

No hay comentarios: