Por Lemay Padrón Oliveros
La eliminación de Cuba en la final de la Liga Mundial de voleibol era tan esperada como la noche al final de cada día.
Muy pocos seguramente tenían esperanzas de que la inexperta formación caribeña lograra incluirse en las semifinales, como había hecho en las dos ediciones previas con efectivos mucho más curtidos, y por eso lo más probable es que no haya desencanto entre los aficionados al deporte de la malla alta.
Es verdad que se pudo hacer más: el partido con el multicampeón Brasil se tuvo en el bolsillo, y con los titulares olímpicos estadounidenses se batieron de tú por tú, pero no pudo ser. Los choques ante este tipo de rivales se deciden por detalles muchas veces limados hasta la saciedad luego de años de compenetración entre los regulares de cada equipo, y eso le falta a Cuba.
De todas maneras, el hecho de llegar a cinco sets con estos dos contrarios es otra muestra del potencial de la escuadra caribeña, que logró una impensada clasificación a la ronda decisiva luego de afrontar disímiles problemas en la pretemporada.
Además de mejorar la preparación es necesario rescatar a nuestros jóvenes talentos, porque sería un gran error pasar la página y cerrar la puerta a quienes por una razón u otra dieron un paso al costado en la recién concluida Liga. Motivos aparte, no creo que existan razones con peso suficiente como para desterrar a quienes hoy no forman parte del plantel y permanecen en la Isla.
Estamos a unos 12 meses de los Juegos Olímpicos de Londres-2012 y la experiencia de un solo voleibolista pudiera ser crucial para definir incluso la clasificación a esa cita estival. Por supuesto que de contar con todos estuviéramos pensando en una medalla esperada desde Barcelona-1992.
Durante toda la Liga, pero especialmente en la final, se vio que todos los planteles acuden con frecuencia a su banca para resolver problemas puntuales, mientras Cuba debía depender casi exclusivamente de sus seis regulares.
Nos quedan aún unos meses para comenzar el camino que nos lleve a la capital del Reino Unido, ojalá se conjuguen todos los factores necesarios para que el voleibol masculino de Cuba pueda completar este ciclo como se merece.
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