sábado, 2 de julio de 2011

La deuda de Messi

Por Lemay Padrón Oliveros

La Copa América acaba de arrancar y nuevamente Lionel Messi tiene ante sí un reto: el de complacer a los aficionados de su país, que esperan por un título de Argentina desde hace casi 20 años, y en especial quieren verlo a él brillar con la casaca albiceleste en un torneo importante.

Con el Barcelona lo ha ganado todo, pero cuando se enfunda la elástica celeste y blanca las cosas no le salen igual al ídolo de Rosario, que nunca jugó seis partidos seguidos en Argentina, porque desde pequeño está en la cantera del Barca y no conoce otro club, y con la selección disputó solamente choques amistosos y de clasificación mundialista, de manera esporádica según el calendario.
El fútbol es un deporte de equipo, y por mucho que uno brille, si el resto no le acompaña el plantel está condenado, pero esta Argentina no es un circo, aquí hay talento suficiente como para que “El Mesías” rinda al máximo.
Con mucho menos Diego Armando Maradona la sacó campeona en México-1986 y la llevó a la final de Italia-1990, y de nuevo sale el debate entre los dos jugadores, inclinado totalmente por la ex estrella del Nápoles hasta tanto Lio no logre algo grande con Argentina.
De que es hoy el mejor jugador del mundo, eso muy pocos lo dudan, pero cómo hacerlo ganar, porque en el fondo eso es lo que vale. Cuando Messi no anota y el Barca gana nadie lo critica, pero aunque él juegue bien si cae Argentina lo crucificarán seguramente.
Hasta ahora cada vez que al pequeño genio se le marca un reto, lo supera, y esa es la gran esperanza de los anfitriones en la Copa América, donde el técnico Sergio Batista debe encontrar el acompañamiento ideal.
En su país natal no quieren seguir notando diferencias entre el volante que juega en la Liga española y el que ven con la selección nacional, porque en esencia es el mismo: el de exquisita técnica, que le hace burlar rivales constantemente, disparar con tino y encontrar al compañero mejor posicionado.
Por eso tiene un puesto asegurado en la historia del fútbol, suceda lo que suceda, pero si volvemos a la pregunta clave: ¿Está Messi en deuda? Yo debo decir que sí con absoluta sinceridad, y seguramente del Río La Plata hacia abajo muchos estarán de acuerdo.

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