En la modalidad olímpica y con la máquina d puntuación, muchos podían
darse el lujo de sacar ventaja en los primeros asaltos y luego
dedicarse a conservar esa diferencia desde la larga distancia, y Julio
César es un maestro en eso de la riposta y el contraataque.
Sin embargo, desde su primera incursión, el tope contra México previo a la Serie, apuntábamos que esos movimientos con la guardia baja por todo el ring conllevaban demasiado peligro, porque podía recibir un golpe poderoso y perder en un segundo lo ganado en toda la pelea.
No fue uno, sino varios los impactos recibidos a lo largo del certamen por el púgil camagüeyano, quien reconoció en un aparte con este redactor la necesidad de perfeccionar su accionar, luego de certificar el pase de Cuba a la final con la victoria ante Rusia:
“Fueron varios quienes se me acercaron para comentarme sobre ese problema, y luego yo mismo viendo videos me di cuenta de que recibí demasiado, de forma innecesaria. Durante la preparación mejoré ese aspecto, y hoy se vio que no tuve la guardia baja”.
Efectivamente, en su pleito contra Aleksander Khotyantsev, estuvo todo el tiempo con la cautela que exige su división, donde los golpes ya llevan bastante fuerza, y solamente en los finales volvió a fintear como de costumbre, conocedor de la ventaja en las boletas arbitrales.
“Hice lo que me propuse, recuperar mi velocidad de piernas, mi movilidad sobre el cuadrilátero, a base de mucha concentración para controlar los ataques del rival. Quiero agradecer a todos los que confiaron en mí.”
A veces las derrotas son necesarias para corregir el rumbo…
“Sí, después de perder aquel combate en Rusia hice un compromiso conmigo mismo y con mis compañeros, de que no volvería a perder más.”
Ya están en la final, ¿algún pronóstico?
“Este es un equipo muy unido, que lo dará todo por el título de la Serie Mundial. Pueden estar seguros todos los cubanos.”
Sin embargo, desde su primera incursión, el tope contra México previo a la Serie, apuntábamos que esos movimientos con la guardia baja por todo el ring conllevaban demasiado peligro, porque podía recibir un golpe poderoso y perder en un segundo lo ganado en toda la pelea.
No fue uno, sino varios los impactos recibidos a lo largo del certamen por el púgil camagüeyano, quien reconoció en un aparte con este redactor la necesidad de perfeccionar su accionar, luego de certificar el pase de Cuba a la final con la victoria ante Rusia:
“Fueron varios quienes se me acercaron para comentarme sobre ese problema, y luego yo mismo viendo videos me di cuenta de que recibí demasiado, de forma innecesaria. Durante la preparación mejoré ese aspecto, y hoy se vio que no tuve la guardia baja”.
Efectivamente, en su pleito contra Aleksander Khotyantsev, estuvo todo el tiempo con la cautela que exige su división, donde los golpes ya llevan bastante fuerza, y solamente en los finales volvió a fintear como de costumbre, conocedor de la ventaja en las boletas arbitrales.
“Hice lo que me propuse, recuperar mi velocidad de piernas, mi movilidad sobre el cuadrilátero, a base de mucha concentración para controlar los ataques del rival. Quiero agradecer a todos los que confiaron en mí.”
A veces las derrotas son necesarias para corregir el rumbo…
“Sí, después de perder aquel combate en Rusia hice un compromiso conmigo mismo y con mis compañeros, de que no volvería a perder más.”
Ya están en la final, ¿algún pronóstico?
“Este es un equipo muy unido, que lo dará todo por el título de la Serie Mundial. Pueden estar seguros todos los cubanos.”
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