Por Lemay Padrón Oliveros
El duelo que sostendrán el próximo domingo Real Madrid y Barcelona será
posiblemente el más parejo de la última década, en la cual hubo un
dominio abrumador de la escuadra catalana desde que asumió el banquillo
Josep Guardiola, y un frenazo brusco cuando José Mourinho se asentó en
la banca madridista tras encajar aquel lapidario 0-5.
Ninguno
de los dos se encuentran ahora al frente de sus respectivas escuadras, y
eso se nota desde hace rato, porque no hay excesivas llamaradas en la
prensa española, constantemente avivadas por el polémico técnico
portugués.
En estos momentos, cuatro puntos separan a ambos
equipos en la clasificación, que parecen bastantes porque suceda lo que
suceda los blancos seguirán de líderes, pero no se puede olvidar el
triunfo del Barca en la primera ronda, y otra aquí pondría la Liga de
nuevo al rojo vivo.
En las filas blaugranas el debate seguirá
sobre todo en la delantera, por el buen momento de Pedrito y la baja
del brasileño Neymar, quizás todavía afectado por el revuelo causado por
el posible fraude fiscal ligado a su contratación. La zaga no tiene
debate, o mejor dicho, no tiene reemplazo, así que el técnico Tata
Martino y los fanáticos del club reforzarán los rezos para ayudar a
Víctor Valdés bajo los tres palos.
Por la Casa Blanca del
fútbol todo parece estar muy claro, pues a diferencia de Martino, el
italiano Carlo Ancelotti aparenta tener definido su once estelar desde
hace varias semanas, en las cuales vino de atrás y rebasó tanto al
Barcelona como al Atlético de Madrid en la tabla de posiciones de la
Liga, y también brilló en la Liga de Campeones. En este sentido, el
debate de la portería parece quedar atrás, como el propio Ancelotti
desearía.
¿Y delante? Bueno, delante ahora se puso todo mucho
mejor, pues si Cristiano Ronaldo ha estado bien toda la campaña, Lionel
Messi viene de anotarle tres al Osasuna y con su tradicional paternidad
sobre el plantel merengue, es de esperar otro enconado duelo entre
ambos.
Por supuesto, son 11 contra 11 y no dos contra dos,
pero estos dos valen por cualquier partido, y la experiencia de los
últimos años hace pensar que el resultado final dependerá en un altísimo
por ciento de cómo se encuentren física y anímicamente los únicos
dueños de los Balones de Oro desde 2008 hasta ahora.
Cada
cual tirará para su lado, pero yo me quedo con un empate. En definitiva
eso hizo el Madrid ante su vecino Atlético en esta segunda ronda, luego
de perder en la primera como hizo ante el Barca, sus dos únicas derrotas
en esta Liga. Pero ojo, los pinchazos de blaugranas y rojiblancos han
sido ante equipos débiles, ante los grandes se crecen. El domingo
tendremos la respuesta definitiva.
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