¿Segunda fase sin orientales?

Por  Lemay Padrón Oliveros

Guantánamo parece el de más opciones por el Este.

Tal como van las cosas, la Serie Nacional 52 marcaría un hito en la historia del béisbol cubano desde su introducción, allá por el lejano 1962, y sería la ausencia de equipos orientales en la fase decisiva.

 Múltiples formatos ha tenido nuestro principal pasatiempo nacional en estos ya más de 50 años, pero desde que la fase fundamental representa borrón y cuenta nueva con respecto a la clasificatoria, siempre algún conjunto de las cinco provincias más orientales del país llegó con vida a ese segmento.

 Sin embargo, una nueva estructura fue aprobada para la campaña 2012-2013, y como ya no había distinción entre zonas, teóricamente existía la posibilidad de que una de ellas se fuera en blanco a la hora de la verdad.

 Honestamente, no creo que nadie hubiera pensado en eso al comienzo de la contienda, pero el cambio ha “cogido movido” a más de uno, y novenas que se presagiaban poderosas han dejado mucho que desear, léase en este caso Granma y Las Tunas, porque Santiago apostaba más al realengo que a sus verdaderas posibilidades.

 Granmenses y tuneros han tenido una funesta primera mitad, y prácticamente un milagro sería el único capaz de colocarles con vida más allá del 31 de enero.

 Es Guantánamo, fuera de los pronósticos iniciales de la mayoría, la nómina con mayores posibilidades de incluirse entre los ocho elegidos, pero también debe hilar fino en el tramo restante.

 La discusión sobre en qué zona de Cuba se juega mejor béisbol es interminable, y cada cual defiende lo suyo, más por orgullo que por verdadero sentido común. Los resultados tampoco arrojan luz porque se alternan el predominio de una contienda a otra, pero lo que pudiera suceder este año sí es totalmente inesperado.

 Esto no significa para nada que se juegue mejor en Occidente, pero ver apagados de forma permanente todos los estadios desde Camagüey hasta Guantánamo debe preocupar a más de uno.

 Muchos dirán, con razón, que eso hay que ganárselo en el terreno, pero nadie puede negar que se ve más rivalidad en el terreno cuando chocan los estilos, sin menospreciar para nada los duelos Pinar del Río-Cienfuegos o Santiago-Holguín. Ojalá los del Guaso saquen la cara por el Este.