La FIVB quiere más tantos directos

Por Lemay Padrón Oliveros

Ahora el saque será más peligroso.

 Entre las más recientes modificaciones al reglamento aprobadas por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) la más polémica es la asociada con el recibo.

A partir de este año no se podrá recibir con los dedos, sino solamente de puños o lanzándose para evitar con una mano que la pelota toque la superficie de juego.

La FIVB nos ha acostumbrado a cambios constantes desde los años 90, y seguramente tiene a un buen grupo de expertos pensando todo el tiempo en cómo mejorar el atractivo en esta disciplina, entre las más vistosas del mundo gracias precisamente a las modificaciones aplicadas desde hace dos décadas.

El rally point nos hizo dejar en el olvido los interminables cambios de balón, el tie break trajo emociones sin límite, el líbero añadió más defensa y lucha en cada tanto, y la posibilidad de que la pelota siga en vida pese a golpear la net en el saque ha posibilitado a los sacadores arriesgar más en cada intento.

Esta es apenas una apretada síntesis de las innovaciones más impactantes, pero la que se propone ahora pudiera tener también un gran impacto.

Si usted alguna vez ha intentado recibir un saque, no ya supersónico como los que son la norma actualmente en la elite, sino apenas uno de flotting con algo de maña, sabrá que es complicado colocarse en el lugar adecuado para recibirlo y luego enviarlo con una adecuada velocidad y altura para que el pasador pueda maniobrar con él.

Imagínese ahora una pelota que viene a más de 100 kilómetros por hora desde una distancia de apenas 18 metros. Eso implica que usted tiene apenas 0.648 milésimas de segundo para definir por dónde viene la bola y cómo hacérsela llegar al armador. La velocidad de reacción de los receptores tiene que ser excepcional, y ahora incluso más, porque no podrán utilizar las manos por encima de la cabeza como hasta ahora.

Esto los obligará a colocarse más atrás para recibir, y dejarán más espacio libre para colocar la esférica. Viéndolo desde el otro lado, es un mejor premio a los sacadores, quienes realizan decenas de saltos en cada juego solamente para poner la pelota en movimiento, y apenas en dos o tres de ellas como promedio lograban el ansiado “ace”, mientras que para atacar la eficiencia es mucho mayor.

No me cabe duda: La FIVB quiere más tantos directos.