Por Lemay Padrón Oliveros
Cuando entré al facebook la foto todavía estaba allí. No tan milenaria como el dinosaurio de Monterroso, pero con la misma sorna, como diciéndome: Pillín, no quieras escapártele al tiempo.
Desconozco el momento exacto en que se tomó, pero sin dudas responde a aquella época en que un dominicano de seis pies y barba tupida nos hacía mover todo el cuerpo al ritmo del merengue y la bachata.
Por supuesto, se trata de los años 90, los del comienzo del devastador Período Especial, cuando la Lenin era un refugio donde todavía se desayunaba leche y pan con mantequilla, y las comidas iban acompañadas de refresco y hasta yogurt en ocasiones especiales.
Todos éramos tan jóvenes que nuestro acné era más importante que la guerra de Iraq (la primera), que fue seguida día a día por el Granma, y hasta llegamos a pensar en el fin del mundo, pero por suerte (una vez más) los agoreros se equivocaron.
Ahh, la Lenin. Esa pesada tristeza de las primeras noches pasadas fuera del calor del hogar. Sí, porque lo de la Escuela al campo era más unas vacaciones que un tiempo becado. Esto sí era en serio, unos 10 meses en los cuales solamente los sábados estaríamos el día entero en casa, cuando nos tocaba el pase largo.
Los primeros amores (de verdad), aunque esto cause risa dentro de un tiempo a mis hijas porque al ritmo que van las cosas para ellas esa época corresponderá a la primaria.
Los primeros enredos con la corbata, que conocí allí y nunca más usé hasta el día de mi boda.
Los primeros pasillos de baile, aprendidos en una noche mágica en el albergue y luego practicados, reinventados y hasta machacados con las muchachas del aula hasta en los recesos de cinco minutos.
Las enormes ruedas de casino, donde no importaba si no conocías a nadie, o si ibas sin pareja, sencillamente entrabas y se la dejabas “en los callos” al que se quedara entretenido.
Las constantes escapadas a Expocuba y el Jardín Botánico, donde con cinco pesos eras feliz (todavía), y regresabas a la beca con un pomo de miel de abejas.
¡Qué tiempos aquellos, tan lindos y entrañables!
Por eso no puedo estar de acuerdo con Gardel y decir que 20 años no es nada.
1 comentario:
Hola Lemay, queria saber si tu Padre es el Dr. Beningno Padron Quinones, si tu madre se llama Mayda Oliveros, y si como vi que dices que eres de Guines, (aunque te arrepientes de eso), jjajajajajajja... debes haber vivido en la Calle Clemente Fernandez en (Leguina) jajjajaja todavia me acuerdo de eso. Pues si es asi, somos familia, si tienes un correo electronico, o algun otro metodo de comunicacion hazmelo saber por favor, siempre leo tus articulos y me gustaria comunicarme contigo, Un saludo muy especial para ti y para tu familia.... Mike.
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